Luego de un día de reposo, los integrantes de la caravana migrante se volvieron a movilizar. La tarde de ayer protestaron en la sede del Instituto Nacional de Migración (INM) para demandar que no se continúe criminalizando al contingente, una reunión con funcionarios federales y que se resuelva su situación migratoria en México.
En respuesta, el INM reiteró el mismo ofrecimiento que les hizo hace 53 días: otorgar visas humanitarias a quienes “formen parte de grupos vulnerables” de la caravana o a los que hayan iniciado su trámite de asilo ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar). Aunque no aclaró a qué se refiere con “grupos vulnerables”.
Pese a que esa oferta ya había sido rechazada por la caravana, el INM insistió, en un comunicado, que con este tipo de visas “podrán acceder a servicios médicos, bancarios y ofertas de empleo, sin exponerse al riesgo de viajar sobre trenes, tráileres o atravesar desiertos, selvas o montañas”.
En su segundo día en la Ciudad de México, alrededor de 200 migrantes de la caravana salieron de la Casa del Peregrino San Juan Diego, en la alcaldía Gustavo A. Madero –habilitada para resguardarlos durante su estancia en la capital– con rumbo al INM, en Polanco, con el fin de unirse a una concentración convocada por organizaciones civiles y federaciones estudiantiles para protestar contra la política migratoria en el país.
De acuerdo con las autoridades, en el refugio permanecen 321 personas, la mayoría de Centroamérica, y 75 son niños. Los pequeños y algunas mujeres permanecieron en la Casa del Peregrino, mientras los demás partieron a la sede de la dependencia encargada de la política migratoria. Se fueron en Metro.
Al grito de “los migrantes no somos criminales, somos trabajadores internacionales” y de “alerta que camina, la lucha del migrante por América Latina”, se unieron a la manifestación que ya se desarrollaba en el lugar. Enfatizaron que migrar no es un delito.
Irineo Mujica, coordinador de la caravana y dirigente de la organización Pueblo Sin Fronteras, afirmó que esperan una respuesta del gobierno federal, pero hasta ahora no se ha dado comunicación.
“Hay un silencio total. No sé si es por vergüenza, porque realmente son inhumanos o porque no nos ven como seres humanos. Estábamos dando un tiempo a que el gobierno sea responsable y busque la manera de solucionar esta situación, pero si no nos escuchan iremos al Zócalo o a la Secretaría de Gobernación, haremos huelga de hambre o cerraremos calles. Haremos lo que tengamos que hacer para que se nos escuche”, dijo.
Los manifestantes también protestaron por “la responsabilidad” de las autoridades en el accidente de la semana pasada en Chiapas, cuando un tráiler que transportaba a más de 166 migrantes se volcó, dejando hasta ahora 56 personas fallecidas.
La caravana salió el 23 de octubre de Tapachula, Chiapas, con poco más de 2 mil personas. Pese a los intentos del INM por desarticularla, la noche del domingo llegó a la Ciudad de México, tras 50 días de recorrido. En la capital permanecen refugiados en la Casa del Peregrino y prevén estar por varios días.
En tanto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos informó que ha dado seguimiento y atención a la situación de las personas de la caravana. Confirmó que este miércoles se realizará una reunión entre la presidenta del organismo, Rosario Piedra Ibarra, y representantes de los migrantes.