Ciudad de México. Si algo le ha hecho daño al país es la burocratización y el corporativismo que nos son otra cosa que sinónimos de corrupción e impunidad, señaló William Castillo Ulin, titular de la Unidad de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob).
“A tres años de un trabajo arduo y constructivo, es importante que todos los trabajadores al servicio del Estado, dejemos atrás las distorsiones, despilfarros, vicios y privilegios que heredados de las pasadas administraciones”, dijo durante el Informe de actividades de Plácido Morales Vázquez, presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
“Para nadie es extraño que sindicatos como el petrolero, uno de los más importantes a nivel nacional, se distinga por su legendaria tradición de contar con diligencias sindicales totalmente desprovistas del más mínimo decoro y la más elemental honradez y ética profesional. Quisiera pensar uno que, por ser trabajadores al servicio del Estado, deberían de poner el ejemplo de conducir su organización sindical, pero tal parece que lo más corrupto, lo más nefasto, lo encontramos en casa y esto no es obra más que de la clase política, de los tecnócratas que no sólo desvirtuaron la valiosa labor de los servidores públicos en el cumplimiento de sus obligaciones legales, sino, como se dice, se sirvieron con la cuchara grande”.
Afirmo que un gobierno que se espera en promover leyes y ejecutar acciones para enriquecer a un reducido grupo de políticos y empresarios, que se compromete a otorgar obras públicas a cambio de apoyos económicos en contextos electorales, que se olvida de los derechos laborales y de la protección social de las mayorías, “no tiene futuro más que el escarnio público y la privación de la libertad de sus representantes.
“De igual forma, las representaciones sindicales que se prestan para defender los intereses de los patrones, que se enriquecen a costa de cancelar las conquistas laborales, de apoderarse de las cuotas de los trabajadores y de hacer turbios negocios y que se enquistan en el poder manipulando las elecciones y amenazando a sus opositores, sólo se han ganado el repudio de las bases sindicales y pronto una sanción ejemplar de la sociedad”.
En su informe de labores, Morales Vázquez, dijo que dijo que la democracia integral pasa necesariamente por la democracia sindical y agregó que la reforma laboral alcanzó algo no previsto, el consenso entre los factores de la producción: patrones y trabajadores.
Asimismo, indicó que el TFCA a pesar de trabajar con la mitad del personal por la pandemia, en las ocho salas que lo conforman, sed concluyeron definitivamente 11 mil 477 expedientes, se recibieron por nuevo ingreso 10 mil 286. También se lograron que en 827 asuntos, el laudo fuera ejecutado, “el cumplimiento de estas resoluciones representa un pago de 269 millones 978 mil pesos en beneficio de los trabajadores”.