Washington. Los militares estadunidenses implicados en un ataque con drones en Kabul en el que murieron 10 civiles, entre ellos siete niños, a finales de agosto, no serán castigados, informó el Pentágono. “No hay pruebas suficientes para responsabilizarlos”, indicó el el portavoz John Kirby para justificar la ausencia de sanciones. El ataque con aviones no tripulados cometido el pasado 29 de agosto tuvo lugar en los últimos días de la evacuación de Kabul que lideró el ejército de Estados Unidos, después de que los talibanes tomaron el control de Afganistán. Tres días antes un atentado que fue reivindicado por el Estado Islámico (EI) había provocado más de 100 muertos, incluidos 13 soldados del Pentágono. Funcionarios estadunidenses declararon que tenían información de inteligencia sobre un posible nuevo ataque del EI durante las operaciones de evacuación en el aeropuerto de Kabul, y lanzaron un misil desde un dron contra lo que pensaban era un automóvil que iba lleno de explosivos. Pero en realidad se trataba de Ezmarai Ahmad, empleado afgano de una ONG estadunidense, quien se encontraba con nueve miembros de su familia, incluidos siete niños. En Kabul, el hermano de Ezmarai Ahmad, Aimal, quien también perdió a su hija de tres años, Malika, en el bombardeo, no escondió su ira ante la decisión de no castigar a los responsables. “Dios vengará a los mártires”, comentó a la agencia de noticias Afp. A principios de noviembre, un informe inicial del inspector general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, teniente general Sami Said, catalogó el ataque de trágico, pero lo consideró “un error honesto (involuntario)”. En tanto, el talibán sostuvo que “es responsabilidad de los estadunidenses castigar a los responsables y compensar a las víctimas”.
Mundo
Impunes, militares de EU que mataron a civiles en Kabul
miércoles 15 de diciembre de 2021 , p. 28