Moscú. Rusia dijo ayer que podría verse obligada a desplegar misiles nucleares de alcance intermedio en Europa, en respuesta a presuntos planes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de hacer lo mismo.
Boris Johnson, premier británico, instó al presidente ruso, Vladimir Putin, a “desescalar las tensiones” en Ucrania, al advertir que una intervención militar sería un “error estratégico de graves consecuencias”.
La amenaza del viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, elevó la preocupación de un aumento del despliegue de armamento en el continente, cuando la tensión entre Oriente y Occidente es la mayor desde el fin de la guerra fría hace tres décadas.
Ryabkov declaró en entrevista para la agencia de noticias rusa RIA que su país tendría que actuar si la OTAN se niega a un compromiso con Moscú para evitar una escalada, parte de las garantías de seguridad que su gobierno busca para bajar la tensión en Ucrania.
Estados Unidos y sus aliados han advertido a Rusia que abandone un supuesto plan de invadir Ucrania, algo que Ryabkov volvió a negar que fuera intención de Rusia.
Las fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF, por sus siglas en inglés) en Europa fueron prohibidas en virtud de un tratado firmado en 1987 entre el líder soviético Mijail Gorbachov y el entonces presidente estadunidense Ronald Reagan.
Washington abandonó el pacto en 2019 tras quejarse durante años de supuestas violaciones rusas.
Ryabkov señaló que había “indicios indirectos” de que la OTAN estaba volviendo a desplegar el INF, incluyendo su restauración el mes pasado del 56 comando de artillería que operaba misiles Pershing con capacidad nuclear durante la guerra fría.
“La falta de avance hacia una solución política y diplomática llevará a que nuestra respuesta sea de naturaleza militar”, advirtió.
La OTAN aseveró que no habrá nuevos misiles estadunidenses en Europa y que está preparada para evitar el despliegue de nuevos misiles rusos con una respuesta medida que sólo implicaría armas convencionales.
Pero Ryabkov afirmó que Rusia tiene una “completa falta de confianza” en la alianza atlántica.
“No se permite hacer nada que pueda aumentar de alguna manera nuestra seguridad: creen que pueden actuar como lo requieran, en su beneficio, y nosotros simplemente tenemos que tragarnos todo esto y lidiar con ello. Esto no va a continuar”, subrayó.
En tanto, Johnson instó a Putin a “desescalar las tensiones”. En una llamada telefónica, el premier británico expresó la profunda preocupación de Reino Unido por la acumulación de fuerzas rusas en la frontera de Ucrania, y reiteró la importancia de trabajar a través de canales diplomáticos para bajar el clima de tensión”, informó Downing Street en un comunicado.
Por otra parte, en una reunión de ministros celebrada en Bruselas, la Unión Europea sancionó al grupo paramilitar ruso Wagner, al lanzar una advertencia de que cualquier acción hostil contra Ucrania recibirá como réplica una respuesta económica sin precedente.
Tras la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G-7 en Liverpool el pasado fin de semana, los jefes de la diplomacia del bloque se reunieron ayer en Bruselas.
La primera medida anunciada fue la aprobación de sanciones contra ocho personas y tres empresas asociadas a la compañía militar privada Wagner.