Ciudad de México. El Museo Tamayo reabrió el sábado pasado después de permanecer cerrado desde finales de abril por trabajos de remodelación y mantenimiento en su infraestructura. Reinició actividades con la muestra Más allá de los árboles, con la que celebra su 40 aniversario, cumplido el pasado 29 de mayo.
El pintor oaxaqueño Rufino Tamayo (1899-1991) impulsó el proyecto del recinto para albergar su colección personal de arte contemporáneo donado al pueblo de México. La iniciativa tomó muchos años y a Tamayo le costó mucho esfuerzo lograrlo, expresa Magalí Arriola, directora del espacio.
Las obras de remodelación y mantenimiento se efectuaron especialmente en torno al área del acervo, documental y archivo histórico del museo. No sólo se le dio mantenimiento al edificio y su infraestructura con vistas a mejorar las condiciones de resguardo y de conservación de la bodega que alberga la colección de arte, sino que se buscó recuperar algunos de los rasgos originales del inmueble.
Cinco núcleos, de 1979 a 1981
La exposición conmemorativa del 40 aniversario del Museo Tamayo ocupa la totalidad del espacio interior y se divide en cinco núcleos que cubren 1979, año en que se colocó la primera piedra de la construcción, hasta 1981, fecha de su inauguración.
El primer núcleo se refiere a Rufino Tamayo: mito y magia, retrospectiva que el museógrafo Fernando Gamboa curó en 1979 para el Museo Guggenheim en Nueva York, con motivo de los 80 años del artista. El segundo contiene Más allá de los árboles, pieza comisionada al artista Érick Meyenberg (Ciudad de México, 1980), que da nombre a la exposición, relativa al acto inaugural del museo y la museografía original.
La pieza revisa las complejidades artísticas y sociales detrás de la apertura del recinto por medio de una composición visual y sonora realizada a partir de materiales del archivo hemerográfico que revela las narrativas encontradas que confluyeron durante el acto inaugural y reverberaron mediante su mediatización.
Un tercer apartado, El Museo Tamayo y la caja mágica, tiene que ver con arte, televisión y la manera en que los artistas utilizaban los medios en este momento en su obra. El Museo Tamayo comenzó como una iniciativa privada en la que estaban involucrados Televisa y Grupo Alfa. El recinto se incorporó a la red de museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en 1986.
En Desnivelando la pirámide o el Museo Tamayo posmoderno, el cuarto núcleo, se mira de manera “más crítica” la manera en que Tamayo juntó la obra y concibió la colección. Plantea un diálogo entre el edificio y las piezas que constituyeron la esencia original de la colección, a manera de intercambio que permite llevar a cabo una lectura subjetiva, fragmentaria y multidireccional de la vertiente de la historia del arte que Tamayo legó al pueblo de México.
El último apartado, Una línea punteada, es una especie de línea del tiempo que abarca obras de algunos artistas que no están en la colección, aunque relativas a la historia expositiva del museo.
De manera paralela a la apertura de Más allá de los árboles, el Museo Tamayo estrenó un pabellón exterior con un proyecto a cargo del despacho TO, titulado Palimpsesto, con el fin de crear ambientes espaciales y lumínicos, en constante cambio, que incorporan visualmente el entorno del parque circundante.
La remodelación del Museo Tamayo forma parte del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, a la que se destinaron 17 millones 174 mil 558 pesos de acuerdo con su directora, Magalí Arriola.
Para la rehabilitación, el museo trabajó con los arquitectos José Arce y Antonio Rodríguez, quienes colaboraron tanto en la obra original, con los arquitectos Abraham Zabludovsky (1924-2003) y Teodoro González de León (1926-2016), como en la ampliación con este último.
Más allá de los árboles permanecerá hasta el 30 de abril de 2022. El Museo Tamayo se ubica en Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec.