Hace unos días, en este espacio advertíamos que estaba a punto de estallar una bomba de tipo administrativo en el IECDMX. El estallido se produjo sin que le podamos dar con exactitud los datos de los daños que ocasionó, hasta el momento, porque la onda expansiva aún no termina su efecto.
Por lo pronto, como ya platicábamos, la presidencia entrante del instituto no tiene los recursos que necesita para las prerrogativas que se deben otorgar a los partidos políticos, y eso puede traer consecuencias negativas al organismo o a quienes lo presidieron en la administración inmediata anterior.
Las cosas están así: en septiembre pasado, luego de las elecciones, el IECM recibió una ampliación de presupuesto de cien millones de pesos, como lo comentamos en la entrega anterior; es decir, se tenía el dinero suficiente para poder solventar el gasto que significan las prerrogativas, pero a la vista de los hechos, no se hizo así y, según se nos ha dicho, el gobierno de la ciudad no va a reponer el dinero que debió usarse para el financiamiento de los partidos.
Pero eso que ya advierte de un problema mayor para el IECM tiene antecedentes: resulta que en 2018, según la revisión de la cuenta pública de aquel año, el organismo tiene pendiente comprobar 12 viajes de sus consejeros a diferentes puntos del país, y 37 que se realizaron al extranjero. En ese asunto se tienen identificados como los viajeros frecuentes a Yuri Gabriel Beltrán Miranda y Gabriela Williams Salazar. Sabemos que ya hay quienes están pidiendo cuentas al contralor interno del mismo IECM sobre el asunto.
Y ayer mismo, al despuntar la tarde, en la junta política del Congreso, los diputados se ponían de acuerdo para pedir al gobierno que reponga los dineros necesarios para el financiamiento de los partidos, y que debería otorgar la institución.
Una situación de esa naturaleza llevaría, necesariamente, a un estado de impunidad que sería inadmisible para la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, por lo que no se ve, como decíamos en algún párrafo anterior, que desde la administración actual se reponga el dinero.
Los datos que se tienen hablan de gastos en servicios personales, en la compra de materiales necesarios en las oficinas, en consejerías, y en fin, en rubros mucho menos indispensables que las prerrogativas a los partidos, por eso es que advertiremos que la onda expansiva de la bomba en el IECM aún no acaba de causar los estragos del estallido, pero todos podemos estar de acuerdo en que esto aún no termina. Lo que viene será otro escándalo.
De pasadita
Pero Si lo del IECM es todo un tema, lo que está sucediendo en la UACM hará retumbar los cimientos de la política local.
Las amenazas en contra de la rectora, Tania Rodríguez, y de la abogada de la institución, Paulina Jaime, para silenciar las anomalías halladas de las administraciones pasadas, preocupan, y mucho, a las autoridades.
Muy pronto habrán de destaparse todos los datos que han causado las amenazas en contra de este par de mujeres que denuncian con valentía de sobra y que habrán de explicar el porqué de algunos de los problemas más serios de la institución.
Aunque ya hay acciones que se han tomado desde la propia rectoría, parece que el asunto tiene mucho fondo porque si hay alguna institución en la que sería criminal malversar fondos, sería precisamente la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Eso, si ocurrió, no se debe permitir desde ningún supuesto.