Ciudad de México. La pandemia del Covid-19 provocó modificaciones en el fenómeno migratorio que pasa por México, haciendo más difíciles las condiciones en que viajan las personas en tránsito, y especialmente los menores de edad.
Así lo señala el informe “Evaluación rápida del impacto de la Covid-19 en las redes de tráfico ilícito de migrantes en México”, elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones, de las Naciones Unidas, y financiado por Canadá.
Los cambios incluyeron variaciones en los precios que cobran los traficantes de personas, los cuales en un principio bajaron por el temor del contagio, pero luego volvieron a subir “y en algunas de las entidades parece haber incrementado de manera significativa dada la intensificación de los controles migratorios, las restricciones a la movilidad, las expulsiones derivadas del Título 42, y las medidas de restricción y requisitos sanitarios impuestos por los diferentes países para viajar a causa de la pandemia.”
Añadieron que otros problemas se agudizaron con la pandemia, como es la migración con menores de edad, a quienes se pretendió proteger con las últimas reformas a la ley en la materia.
Sin embargo, estos cambios legales trajeron efectos contrarios, como es el uso de niñas y niños para simular que se viaja como un grupo familiar, aunque esos menores en ocasiones son abandonados o víctimas de trata.
La situación también favoreció el uso de redes sociales: “durante la pandemia, la red social Tik-Tok adquirió mayor visibilidad, permitiendo a las personas traficantes promocionar sus actividades, creando y compartiendo videos de sus cruces y/o testimonios de personas migrantes.”
Se añadió sin embargo, que el uso de redes sociales para pactar con traficantes de personas frecuentemente termina en fraudes.
El informe advierte de igual forma de cambios en la migración vía aérea, debidos a que “Los estrictos controles migratorios en el aeropuerto de la capital han sido causa de la llegada de grandes cantidades de personas migrantes de Ecuador, Venezuela, Brasil y Colombia, quienes siendo asistidas por grupos de personas traficantes que operan en el aeropuerto buscan llegar a la frontera con los Estados Unidos.”