Ante la perversidad de unos y la credulidad de la mayoría, mejor actuar con menos miedo y comprometida madurez. Entre muchas cosas, se nos oculta que “ni las medidas de contención ni las vacunas fueron nunca necesarias. ¿Por qué?”
“1. Porque la definición de muerte por Covid fue tan laxa que prácticamente todos los muertos por gripes-neumonías que siempre hubo, y muchos de los muertos por diabetes y otras, fueron atribuidos a este virus, con una morbilidad humana en 2019 y 2020 casi igual. 2. La PCR de 40 ciclos que impuso la OMS da 97 por ciento de falsos positivos, lo que se traduce en mentiras estadísticas. 3. Ajustando eso, el Covid-19 sin tratamiento es realmente de 0.15 por ciento de letalidad, como una gripe-neumonía, y si se trata tempranamente (hidroxicloroquina, ivermectina, CL-O2 (1)) es de 0.02 por ciento. No se justifican confinamientos ni cubrebocas ni menos vacunas (ver columnas del 1 y 15 de noviembre). ¿Por qué la OMS prohibió medicamentos de tratamiento temprano? Porque de haberlos, no se justificaba la autorización de la inyección de emergencia. “Aumentaron muertes atribuidas a Covid-19 por el uso del remdesivir (2) y tratamientos erróneos. Declarar falsamente la emergencia y pandemia es ya un delito. Los daños a la economía por confinamientos y desabasto a propósito son otra palanca para forzar a consentir sus atropellos. Es importante atender lo que documenta el doctor David Martin, asesor financiero, experto en patentes y ex catedrático del MIT, quien mostrando evidencias de los delitos señala de “terrorismo doméstico y genocidio” a la OMS, a Fauci, a Daszak, a Barrick, DARPA (3).
“El problema es que se trata sólo del primer peldaño de una escalera llamada ‘nuevo orden mundial’, o ‘agenda 20-30’, que es el sueño de unos sicópatas por el tecnocontrol de la humanidad, acompañado de despoblación y fascismo. Lo dicen abiertamente: el propósito es remplazar puestos de trabajo por automatismos, sean choferes, obreros, campesinos, cirujanos e incluso a todos los abogados (4), anulando los derechos humanos que los gobiernos están obligados a garantizar. Cero privacidad, identificadores RFnano en sangre, cero efectivo, cero disidencia, es decir, el tecnofascismo, modificando la genética humana para hacernos dependientes de una mafia financiera-big pharma-big tech-militar. Necesitamos urgentemente soberanía en salud y en Internet”. Referencias en fabver.org