En víspera de la llegada de la caravana migrante a la Ciudad de México, los albergues que operan en la capital enviaron una carta a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en la que le notifican que “nuestra capacidad de atención e infraestructura está rebasada, en el mejor de los escenarios en 200 por ciento”. Por ello, hicieron “un llamado de emergencia” para que el gobierno absorba, mediante la creación de un albergue, parte de la demanda.
En el documento remitido la semana pasada al gobierno de la ciudad, precisan que han tenido que improvisar un nuevo centro en la capital (Casa San Vicente de Paul, propiedad de los misioneros Josefinos) “para desahogar la demanda” que en la actualidad tienen. “Desde el pasado 22 de noviembre comenzamos a recibir flujos que se desprendieron de la caravana que se conformó en Tapachula, Chiapas, el 23 de octubre”.
Por esta razón y la búsqueda de nuevas rutas para evitar la deportación, han recibido en la actualidad entre 39 y 40 personas diarias, en su mayoría familias. Muchas de ellas requieren atención médica, particularmente menores de edad que presentan cuadros de gripa. “La temporada de influenza y el contexto de pandemia hacen necesario realizar un acompañamiento cercano por parte de la Secretaría de Salud capitalina”, explican.
Entre las demandas de la coordinación de albergues de la sociedad civil destaca el fortalecimiento de algunos de los apoyos que son canalizados por el gobierno capitalino para incrementar su capacidad de respuesta. Consideraron que es necesario contar con un albergue permanente de primera acogida para población en movilidad.
Asimismo, “construir nuevos y reforzar los actuales programas de inclusión dirigidos a población migrante y refugiada, así como avanzar de forma más comprometida en consolidar una política de inclusión de población en movilidad en la Ciudad de México”.
Además, Casa de Acogida y Formación para Mujeres y Familias Migrantes (Cafemin), Casa Fuente de Apoyo a Mujeres Niñas y Niños Víctimas de Violencia, Casa Mambre, Casa Tochan y Programa Casa Refugiados expresaron su preocupación porque “la población en movilidad ha mantenido su constante arribo, no de forma masiva como en las caravanas de 2018 y 2019, pero sí de manera constante en grupos pequeños”.
Detallaron que “los flujos de personas migrantes, que en años previos únicamente transitaban por la Ciudad de México, cambiaron su dinámica de forma más recurrente desde las caravanas de 2018 y el reforzamiento de las políticas migratorias que se han implementado desde Estados Unidos, por lo que de ser una ciudad de tránsito se ha convertido en una de destino de personas migrantes y refugiadas”.
Con información de Carolina Gómez Mena