En los primeros 10 meses del año, el gasto público se incrementó 5 por ciento a tasa anual, y el gobierno sigue dando prioridad a rubros “en los que se integran programas y proyectos insignia del Ejecutivo”. De forma particular, preocupa el incremento en el gasto que es destinado a las empresas productivas del Estado, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“Los riesgos por el lado del gasto se concentran en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex), así como en la creciente rigidez del gasto social. Ambas empresas sostienen un ritmo creciente de pérdidas”, indicó el organismo.
En su reporte semanal, refirió que, en el caso de la petrolera, los apoyos para capitalización e inversión en refinería alcanzarán alrededor de 300 mil millones de pesos con el reciente anuncio de nuevos apoyos por 3 mil 500 millones de dólares. Así, entre 2019 y 2021, los apoyos del gobierno a la empresa sumarán cerca de 900 mil millones de pesos.
A lo anterior, precisó, se suma la creciente rigidez del gasto al dedicarse este a proveer transferencias incondicionadas a la población, que naturalmente son difíciles de reducir en un momento de necesidad.
Si bien, el CEESP expuso que destinar el gasto a estas dos acciones puede ser efectivo como una estrategia política, desde otra perspectiva puede ser calificada de “irresponsable”, puesto que los padrones de los programas sociales no son transparentes, “más bien desconocidos; no cuentan con evaluaciones, mucho menos rigurosas; y los proyectos de inversión no ofrecen pruebas de su rentabilidad social”.