Viajaban decenas de migrantes hacinados en un tráiler blanco, 55 ya no terminaron el viaje y el resto están heridos y prácticamente detenidos en la Cruz Roja de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Un día después del siniestro en el que perdieron la vida a la altura de Chiapa de Corzo, quieren seguir el camino. Temen que, luego de la muerte de sus compañeros de viaje, los detengan y deporten. Mientras, 55 veladoras son encendidas en el tramo carretero en el que el tráiler volcó y desnudó una política migratoria que orilla a miles de personas a buscar alternativas que los ponen en manos de coyotes y del crimen organizado.
La sociedad civil, como siempre, fue la primera en responder. La tarde del jueves comenzaron las solicitudes de donaciones de sangre para los migrantes heridos, mientras la población cercana acudió de inmediato a auxiliar el dramático siniestro.
Un día después (viernes), lejos de apaciguarse con el duelo internacional, el Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional realizaron detenciones violentas y arbitrarias a integrantes de una caravana de migrantes que se encontraban transitando por San Martín Texmelucan, Puebla, rumbo a la Ciudad de México, donde, al parecer, el gobierno federal no quiere que lleguen. En este contexto, la Brigada de Acompañamiento Gilberto Bosques Saldívar exige “parar las agresiones en contra de las personas en tránsito” en cualquier lugar del territorio.
Por su parte, organizaciones como la Casa Migrante de Saltillo, el Instituto para las Mujeres en la Migración y la Asamblea Popular de Familias Migrantes, advirtieron que el siniestro es “el resultado de las políticas migratorias mortales” que vulneran a las personas migrantes. Explicaron que lo ocurrido “deja nuevamente en claro que el anonimato y las condiciones en que las personas migrantes se ven forzadas a transitar son mortales y consecuencia de políticas migratorias fallidas”, entre las que se incluyen la militarización de las fronteras y las rutas de tránsito, así como la falta de acceso a los procedimientos de asilo y regularización migratoria.
Reglamentar la situación migratoria de las personas heridas, terminar con la persecución y diseñar una política de derechos humanos es lo que sigue.