Moscú. Rusia exigió ayer que la Organización del Tratado del Atlántico Nortes (OTAN) anule el compromiso que adquirió en 2008 con Ucrania y Georgia de que algún día se convertirán en miembros de la alianza. El secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, rechazó la exigencia de Moscú, que además apremió a la OTAN a prometer que no desplegará armamento en los países fronterizos con el territorio ruso.
La cancillería de Moscú expuso estas exigencias en la declaración más completa jamás hecha sobre las garantías de seguridad que el presidente Vladimir Putin quiere de Washington y sus aliados europeos tras las tensiones desatadas por la supuesta intención de Rusia de invadir militarmente a Ucrania.
El mensaje destacó que Moscú propone una serie de medidas de distensión en la región, entre ellas acordar distancias de seguridad entre los buques y aviones de guerra rusos y de la OTAN, especialmente en los mares Báltico y Negro.
Además, pidió la reanudación de un diálogo regular sobre defensa con Estados Unidos y la OTAN e instó a las autoridades estadunidenses a sumarse a una moratoria sobre el despliegue de fuerzas nucleares de alcance intermedio en Europa.
Sergei Ryabkov, viceministro de Relaciones Exteriores, advirtió sobre el peligro de una gran confrontación a menos que Estados Unidos y sus aliados reflexionen seriamente sobre garantías de seguridad para Rusia, y planteó la posibilidad de una crisis de misiles en Europa.
Putin solicitó el martes al presidente estadunidense Joe Biden garantías de seguridad, y que detenga la expansión de la OTAN hacia el este. Ryabkov dijo que sería “ingenuo” esperar que se obtengan las garantías.
Desde Bruselas, Stoltenberg rechazó la idea de retirar la invitación de adhesión de Kiev, y afirmó que la decisión es de “los 30 aliados de la OTAN y Ucrania, y nadie más”.