Guadalajara, Jal., Vicente Fernández Jr. dijo la tarde de este viernes que su padre está “en estado crítico” de salud luego de 125 días de hospitalización y desmintió a quienes han elucubrado con la muerte del cantante, ícono de la música ranchera con mariachi.
“Está delicado, se les ha dicho. Pedimos mucha oración, es un momento crítico, pero es mentira lo que están especulando”, dijo Fernández Jr. a los medios de comunicación que tras agravarse la salud del cantante el jueves, volvieron a apostarse a las afueras de la clínica privada donde está internado.
Agregó que dichas afirmaciones se han dado en mayor medida en las redes sociales, por lo cual invitó a todos los medios y al público en general a que sólo tomen como veraz la información que la familia o los médicos emitan.
“Si está delicado, se darán informes en un momento más por parte de su médico internista tratante, Arturo Gómez”, dijo a su vez el neurocirujano Francisco González, quien ha ejercido como vocero ante los medios en ocasiones anteriores, aunque hasta el cierre de edición Gómez nunca salió.
No obstante, la evidencia de la gravedad del cantante se pudo apreciar debido a que varios familiares –incluidos hijos e hasta nietos– entraron al área de cuidados intensivos donde está desde que se agravó su estado luego de contraer neumonía.
Según diversos medios, el jueves por la tarde ingresó al hospital Alejandra, hija de Vicente Fernández, al parecer acompañada de un grupo de abogados y un notario público, mientras este viernes desde las 9 de la mañana llegaron, además de su esposa Cuquita, sus hijos Vicente Jr. y Gerardo.
Chente Fernández, como se le conoce de forma popular, permanece en el hospital Country 2000 en Guadalajara desde la primera semana de agosto, tras agravarse el síndrome de Guillain-Barré que padece por haber caído y golpearse las vértebras cervicales cercanas al cráneo, lo que obligó a que le hicieran una cirugía de emergencia.
Según literatura médica, el síndrome Guillain-Barré es una afección en la que el sistema inmune ataca los nervios, lo que a su vez provoca debilidad en el afectado y hormigueo en las extremidades inferiores, y puede llegar a producir parálisis.
La caída del cantante lastimó su médula y cuando llegó al hospital no tenía movimiento de brazos y piernas.
Además, la cirugía urgente a que fue sometido dejó como secuela un deterioro en su sistema respiratorio, lo que obligó a conectarlo a un respirador artificial y mantenerlo sedado la mayor parte del tiempo.
Su estado comenzó a deteriorarse visiblemente desde 2002, cuando padeció cáncer de próstata.
Diez años después fue sometido a la extirpación de un tumor en el hígado.
En 2013 sufrió una trombosis que le hizo perder su característica voz de falsete y en 2015 regresó al quirófano por unas hernias abdominales que también le extirparon.