En el Día Internacional de las Personas Defensoras de Derechos Humanos, que se conmemoró ayer, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) en América Latina llamaron a los estados de la región a garantizar ambientes seguros, abiertos, libres y propicios para la labor que realizan estas personas.
Instaron a poner fin a la emisión de leyes, políticas públicas y discursos que estigmatizan a los defensores y reconocer su rol fundamental en el fortalecimiento de la democracia y el Estado de derecho.
Alertaron que en México y Brasil se ha detectado el uso de tecnologías de vigilancia “altamente intrusivas, como los malware y el reconocimiento facial en detrimento de la labor” de defensores, que no sólo vulneran su derecho a la privacidad y la libertad de expresión, sino que también pueden afectar la integridad de personas de su entorno y contribuyen a generar un clima de autocensura. No obstante, destacaron que el Estado mexicano anunció que iniciará una investigación sobre estas herramientas.
En la región, la CIDH y la ONU-DH también observaron “con preocupación una serie de medidas que tienen como efecto reducir o cerrar espacios donde la sociedad civil participa en la vida política, económica y social”. Indicaron que en Brasil, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y Venezuela cursan iniciativas legislativas o se aprobaron recientemente normas que afectarían el libre funcionamiento de organizaciones de derechos humanos.