Pekín. Dos promotores inmobiliarios chinos, entre los que se encuentra el gigante Evergrande, incumplieron pagos por créditos que en total suman mil 600 millones de dólares, informó ayer la agencia de calificación Fitch, el más reciente giro de una crisis del sector en la segunda economía del mundo.
Los sectores inmobiliario y de la construcción representan más de una cuarta parte del producto interno bruto (PIB) de China y son el motor de actividades como el acero y el mobiliario.
Para reducir el endeudamiento en el ramo, Pekín endureció el año pasado las condiciones de acceso al crédito para los promotores inmobiliarios. Evergrande, que durante mucho tiempo fue el número uno del sector, carece de liquidez y su situación financiera se agravó en los meses recientes.
Su precaria situación se explica también por la multiplicación de sus inversiones, en ocasiones en sectores muy diferentes como el turismo, el ocio, las tecnologías digitales y los coches eléctricos. Así, con una deuda de unos 300 mil millones de dólares, Evergrande lleva varios meses con problemas para hacer frente a los pagos de intereses y las entregas de departamentos.
El 6 de noviembre, el grupo debía pagar 82.5 millones de dólares en intereses. Pero el periodo de gracia de un mes terminó el martes. Este contexto afectó a su vez la confianza de los potenciales compradores, lo que hizo bajar el precio de los bienes inmuebles en muchas ciudades chinas.
Acciones judiciales
Desde entonces, “ni Evergrande ni sus acreedores han hecho ningún anuncio sobre un rembolso”, señaló ayer la agencia de calificación crediticia Fitch, al dar por hecho que el grupo “no ha pagado”.
“Esto formaliza un impago”, comentó Chen Long, analista de la consultora Plenum. “Evergrande entró en impago de dos préstamos el lunes”, explicó. A partir de ahora, “creo que todos los acreedores llevarán a cabo acciones judiciales”, considera Chen, para quien los tenedores de deuda buscarán hacerse con activos del promotor inmobiliario.
Otro promotor chino, Kaisa, uno de los más endeudados del país, también incumplió el martes un pago de 400 millones de dólares en intereses, según Fitch. El grupo había advertido ya la semana pasada que corría el riesgo de impago.
En septiembre, Evergrande admitió por primera vez que no podría pagar todos sus préstamos, pero había conseguido devolver hasta ahora el dinero a sus acreedores, incluso recurriendo a plazos de gracia.
Todo cambió la semana pasada, cuando el grupo volvió a alertar sobre sus problemas financieros.