En algo estamos todos de acuerdo: el cambio climático no es un riesgo lejano. Es un peligro presente. Por eso es necesario que las autoridades, las empresas y la sociedad unamos fuerzas y encaremos este enorme desafío. Y que lo hagamos con acciones concretas.
Una de esas acciones, desde el lado que nos corresponde, el empresarial, es volvernos neutrales en carbono. Es decir, que todas nuestras emisiones de CO₂, como se le conoce popularmente, se neutralicen con acciones, proyectos y tecnología que eviten en la misma medida emisiones de ese gas, uno de los principales responsables del cambio climático.
Philip Morris International ya emprendió esta ruta. Una de nuestras metas más ambiciosas, y más cercanas, es volvernos neutrales en carbono en todas nuestras operaciones mundiales directas –fábricas, flota y oficinas– en los próximos tres años.
En México nos tomamos muy en serio este compromiso, y desde este 8 de diciembre, nuestra planta de Zapopan, Jalisco, ostenta el certificado de la Declaración de Carbono Neutral, otorgado por la Société Générale de Surveillance (SGS), un organismo independiente y especializado en inspección, ensayos y certificación de empresas. La planta de Zapopan es la primera planta de Philip Morris International en toda América en obtener el galardón, y la quinta en todo el mundo.
¿Esto qué quiere decir? Que, con una inversión de 12 millones de dólares, y con el esfuerzo de nuestro equipo mexicano, hemos logrado neutralizar el dióxido de carbono que genera nuestra planta en Zapopan. Al mismo tiempo, hemos invertido en proyectos que compensan al medio ambiente por las emisiones que todavía realizamos.
Durante el año pasado, nuestras instalaciones fueron sometidas a pruebas estrictas de cuantificación de CO2. Un año más tarde podemos celebrar el resultado.
Nuestro compromiso con el medio ambiente a nivel global proyecta también que para 2040 toda nuestra cadena de valor alcanzará las cero emisiones. Esto va desde el proceso inicial de cultivo de tabaco, pasando por los procesos industriales hasta nuestro producto final.
En los próximos años mantendremos el compromiso de mejorar las prácticas de buena agricultura y de ser activos participantes en la generación de una economía circular. En Zapopan invertiremos 8 millones de dólares más para instalar una nueva planta captadora de dióxido de carbono, que podrá capturar hasta 24 toneladas por día. El CO₂ capturado lo transformaremos para utilizarlo en nuevos procesos, lo que nos llevará a una emisión de carbono negativa.
En pocas palabras absorberemos más dióxido de carbono del que producimos.
Por eso, cuando decimos que el futuro es libre de humo, no sólo nos referimos a nuestra apuesta por las alternativas de consumo de nicotina y tabaco, productos de alta tecnología que eliminan el humo y reducen la exposición a las sustancias dañinas que emite la combustión del cigarro.
El futuro libre de humo también es un futuro libre de CO₂. Un futuro del cual podremos estar orgullosos todos.