En un plazo de 72 horas como máximo debe concluir el proceso para envasar y etiquetar la vacuna de AstraZeneca. Es el tiempo que la sustancia activa se puede mantener a temperatura ambiente, después de descongelarla, sin perder eficacia, calidad y seguridad. Cada semana llegan al laboratorio nacional Liomont embarques con tres o cuatro contenedores, los cuales “duran dos semanas”, explicó Enrique Zacatelco, subdirector de la planta ubicada en Ocoyoacac, estado de México.
Al mes se obtienen 18 lotes del biológico, cada uno con 950 mil dosis, en un proceso de alta exigencia tecnológica. Desde marzo de 2021, cuando estuvo listo el primer lote, se han elaborado 80 millones de vacunas en esta planta, de las cuales 60 millones han sido liberadas para su distribución en México y 12 países de América Latina.
Por primera vez, Liomont abrió ayer las puertas de sus instalaciones para dejar ver la elaboración del antígeno. Sergio Valentinoti, director de Ciencias de la Vida de la empresa, recordó que la participación de Liomont es resultado de la colaboración promovida por la Fundación Carlos Slim con el laboratorio mAbxience de Argentina, que produce la sustancia activa, que es envasada y etiquetada por el laboratorio mexicano.
Resaltó que los trabajos de preparación para obtener la vacuna comenzaron en agosto de 2020, cuando todavía no se concluía el ensayo clínico de fase 3. Fue una inversión social a riesgo que enfrentó la Fundación Slim. Con el monto que ésta aportó, Liomont compró insumos y equipos para fabricar 150 millones de vacunas. Agregó que el compromiso de producción concluirá a principios de 2022, pero Liomont tiene capacidad para continuar con este trabajo. Dependerá de los acuerdos entre AstraZeneca y el gobierno federal.
La sustancia activa llega al país a una temperatura de menos 70 grados centígrados. Una vez que se descongela, se mantiene entre 2 y 8 grados. Se le coloca en una sustancia especial para mantener la viabilidad del producto, mientras –ya a temperatura ambiente– se realizan los procedimientos de dilución y formulación. Se efectúan una serie de filtrados que eliminan cualquier impureza, para luego envasar el antígeno en recipientes (viales) estériles y herméticos.
Durante el recorrido por el complejo, al cual se debe entrar con equipo de protección de pies a cabeza, Zacatelco explicó que para elaborar la vacuna, Liomont contrató y capacitó a 350 trabajadores, de los cuales 250 participan de manera directa en la producción. El resto se encarga de la distribución.
A través de los ventanales es posible observar la actividad de las máquinas y los empleados. Al finalizar el envasado, uno de los empleados sale al pasillo central con una caja que contiene 10 frascos de la vacuna. Detrás de las gruesas gafas y el cubrebocas se adivina su sonrisa de satisfacción.