Huitzuco de los Figueroa, Gro., “Huitzuco es un panteón, un infierno, una tierra de horror; sólo en los últimos días hubo más de 20 ejecutados y 20 familias desplazadas. Van unos 70 muertos en el año”, aseguró Mario Vergara Hernández, dirigente del colectivo Los Otros Buscadores.
Indicó que el pasado 21 de noviembre los grupos criminales Los Tlacos y La Bandera –el primero también llamado Cártel de la Sierra y el segundo una escisión de Guerreros Unidos– se enfrentaron a balazos en la colonia Emiliano Zapata, presuntamente para controlar el trasiego de droga en el municipio. Expuso que prendieron fuego a un auto, dos motocicletas y una casa.
Vergara Hernández mencionó que antes del combate “llegaron personas armadas y ordenaron a la gente sacar sus cosas”.
Entrevistado en el paraje Zócalo de la Iglesia del Real, en la cabecera de este municipio, tierra de caciques como el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer (1993-1996) y el ex senador Héctor Vicario Castrejón, ambos priístas donde regularmente se arrojan cadáveres, Mario Vergara subrayó que “ha habido muchas personas asesinadas y desaparecidas”.
Agregó: “Los grupos criminales nos ponen las reglas; ellos dijeron que bajara el precio de la tortilla y se bajó dos pesos; también anunciaron que había toque de queda y nos pasamos como dos semanas así; a las seis de la tarde no podíamos salir” y quienes no hicieron caso “fueron asesinados”.
Recordó que hace una semana la administración que encabeza la gobernadora Evelyn Salgado Pineda afirmó que la movilidad no estaba restringida, pero “yo le digo que sí; tenemos cobros de cuotas y llamadas de extorsión. Huitzuco es inseguro”.
Destacó que en la comunidad de Atetetla, paso hacia Iguala, la violencia se incrementó. “Han tirado a muchas personas. De Huitzuco a Iguala es un camino de mucho miedo”. Añadió que “en Huitzuco la gente no tiene dinero; la mayoría es mano de obra barata, pero algo hay que les interesa” a los delincuentes.
El activista señaló que a pesar de la llegada del alcalde Éder Nájera, del partido Morena, la situación no ha cambiado. “Esto no es cosa de partido político, es cosa de violencia que sigue creciendo, y nos falta ver lo peor”.