Ciudad de México. Los altos niveles de inflación seguirán en aumento y al cierre del año el indicador se situará en un nivel de 8 por ciento. Será hasta enero de 2023 cuando la tasa se ubique por debajo de 4 por ciento, adelantó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
Esta mañana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que en noviembre la tasa de inflación se situó en un nivel de 7.37 por ciento, algo no visto desde enero de 2001.
“La inflación ya agarró vuelo, está cada vez más arriba de las expectativas. Preocupa la inflación subyacente que subió por doceavo mes consecutivo. Vemos que mes tras mes sigue subiendo y habiendo presiones en energéticos y agropecuarios, en mercancías alimenticias… Este año terminará en 8 por ciento, la más alta desde el año 2000”, precisó Siller.
Explicó que la inflación seguirá al alza por el resto de 2022, y durante el primer trimestre del siguiente año el indicador se ubicará aún por encima de 7 por ciento, bajaría en junio debajo de 6 por ciento y en el segundo semestre del año reduciría a 4.1 por ciento.
“Mientras sigamos viendo mayores y mayores variantes del coronavirus habrá mayores expectativas al alza para la inflación y eso también provocaría que el Banco de México (BdeM) siga subiendo la tasa de referencia”, anticipó la especialista.
En una videoconferencia estimó que en la última reunión de política monetaria del año, el banco central subirá su tasa de interés en un cuarto de punto porcentual, “aunque a la inflación no le caería nada mal un alza de 50 puntos base”.
Fue 2021 un año “decepcionante” en materia económica
Por otra parte, la especialista mencionó que este 2021, en materia económica, el año fue “decepcionante”.
Refirió que esto se debe al bajo dinamismo del crecimiento económico del país y los altos niveles de inflación que se tienen desde la segunda parte del año.
“Ha sido un año decepcionante. Una buena parte del crecimiento se ha visto frenado, por ejemplo, por la iniciativa de reforma al Banco de México, la reforma del outsourcing y la del mercado eléctrico a discutirse el siguiente año, que de aprobarse como está podría acelerar recortes en la calificación de México y la relación comercial con Estados Unidos”, precisó.
Expuso que, con los más recientes indicadores y a menos de un mes de terminar el año, se espera que el crecimiento económico cierre en una tasa de 5.9 por ciento, aunque de seguir con los temas inflacionarios el avance del PIB sería solamente de 5.4 por ciento.
“Si cae el PIB en el cuarto trimestre se podría estar confirmando una recesión en México y una recuperación del tipo ´W´ y con esto se alarga más el periodo de recuperación completo del PIB y el PIB per cápita.
En caso que la actividad crezca 5.9 por ciento este año y de 2.5 por ciento en 2022, alcanzar los niveles de PIB previos a 2018, en el segundo trimestre la economía nacional estaría recuperada, pero con un avance de 5.4 por ciento este año y de 1.5 por ciento el siguiente, sería hasta el segundo trimestre pero de 2024.
“Este año se veía como si fuera a ser el gran año de la recuperación económica, pero terminó siendo solo un efecto rebote y en buena parte colgados por la economía de Estados Unidos… Las propuestas de reformas (del Ejecutivo) inhiben la inversión y empeoran el ambiente para hacer negocios y todo se detiene”, planteó.
Siller recalcó que con las tendencias observadas en crecimiento económico, el sexenio de Andrés Manuel López Obrador sería el que tenga la tasa compuesta anual más baja desde 1988, ya que esta alcanzaría un nivel de 0.55 por ciento.
“Haciendo un lado todo lo que ha pasado, vemos una recuperación bastante lenta de la economía y pudieran ser los factores internos los que están deteniendo la recuperación y no el coronavirus”, aseguró.