Ciudad de México. A la mitad de su gestión, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, sostuvo que hoy más que nunca su administración está destinada y dedicada a consolidar la transformación de la capital del país, la cual avanza por el camino de la democracia y de las libertades fortaleciendo la coordinación institucional, pero con la defensa de sus principios y compromisos.
“Es importante recordarlo todos los días, porque ni el poder ni el dinero ni el pragmatismo pueden imponerse por encima de los principios y del mandato popular”, expuso al rendir un informe sobre los primeros tres años de su mandato, en el Palacio de Minería de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“La autoridad moral no se compra en la esquina ni con todo el dinero del mundo; se construye con mística, la de luchar todos los días por un México con justicia, democracia y libertad, con honestidad y con honradez”, expuso al recordar que el triunfo en las urnas del movimiento nacional al que pertenece no fue un simple cambio de administración, sino el establecimiento de un nuevo modelo de desarrollo basado en la honestidad, en contraposición con la corrupción y el egoísmo.
Sostuvo que aun en medio de la pandemia y otras adversidades, se cumplen los compromisos que la llevaron a la Jefatura de Gobierno, que cierra la puerta a la corrupción y abre el acceso a los derechos. “Se acabó la frivolidad como forma de gobierno y todos los días se impulsa un gobierno al servicio de los demás”.
Ante poco más de 300 invitados, entre secretarios de Estado, integrantes de su gabinete, legisladores locales y federales, así como rectores de universidades y empresarios, destacó la necesidad de mostrar a las nuevas generaciones que dar la mano a los más débiles y no aplastar al otro para crecer es el camino que lleva a la construcción de una sociedad más justa y democrática.
“No es la corrupción, la triquiñuela, el odio, el clasismo; no es el racismo lo que nos convierte en mejores personas. No es un asunto solamente de tolerancia, es el reconocimiento de que la profundización de las desigualdades y la discriminación llevará siempre a la violencia.”
En su discurso de poco más de una hora, subrayó que por 38 años los gobiernos neoliberales sumieron al país en una profunda desigualdad, y aunque en la capital, con los que han sido electos se gestaron cambios importantes –que tuvieron su mejor expresión con el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador–, en la anterior administración se desvió el camino y se traicionó al pueblo.
Tras rendir cuentas de lo logrado en estos años, Sheinbaum Pardo estableció los compromisos de su gobierno para el próximo año, en el que se incluyen 31 acciones y programas, entre ellos una línea del Cablebús como parte del proyecto del Bosque de Chapultepec.
También, la instauración de un programa para atender el desabasto de agua en las alcaldías Tlalpan, Tláhuac y Xochimilco, el cual supervisará personalmente; asimismo, se concretarán proyectos como tener cuatro nuevas fuentes de abastecimiento, que tuvieron que ser detenidos por la pandemia.
Se comprometió a sustituir 2 mil microbuses y afirmó que sacará de circulación todos esos vehículos, “promesa recurrente de otros jefes de Gobierno”.
Entre los logros de su administración, destacó la atención a la emergencia sanitaria, que hoy tiene a la ciudad como una de las urbes con más personas vacunadas, mientras las hospitalizaciones por Covid-19 se ubican en su nivel más bajo, además de disminuir 50 por ciento los delitos de alto impacto y un desendeudamiento real de 4.9 por ciento.