Un nuevo escándalo, por no calificar desde la óptica legal el hecho, se cierne sobre la administración pasada del Instituto Electoral de la Ciudad de México, donde una fuerte cantidad –100 millones de pesos, aseguran algunos– está desaparecida.
La gestión de Mario Velázquez, que terminó hace poco, dio paso a la presidencia de Patricia Avendaño quien, según nos cuentan, no deja de sorprenderse por el desorden en la estructura de trabajo y por el desaseo en las finanzas del organismo.
Aunque hasta el momento todo está a nivel de rumor, en corrillos se sabe que no tardará en explotar la bomba que descubra el problema en el IECM, porque la actual presidenta ya no encuentra la salida.
Para Avendaño el contratiempo inmediato a resolver es cómo dar a los partidos el dinero que les corresponde por ley, si las arcas de la institución están vacías.
Cuentan algunos trabajadores que el ex titular, antes de irse, fue muy generoso con la mayoría de los trabajadores, a quienes otorgó un bono por el término de su administración, y que en eso pudieron irse los millones pedidos como ampliación presupuestal el año pasado y hoy no se sabe en qué se utilizaron.
Decíamos que el asunto va a estallar porque lo más probable es que desde el instituto se pida la intervención de las autoridades que pudieran saber del caso, es decir, que se investigue a fondo qué pasó con el dinero.
Además, no hay dinero para los partidos políticos en diciembre y lo más probable es que el Congreso, por ningún motivo, vaya a otorgar una nueva ampliación presupuestal porque hay prioridad en cubrir otros gastos que son de importancia vital para la ciudad.
Las finanzas de los partidos, que mantienen estructuras muy pesadas y costosas, dependen del presupuesto que da el gobierno; sin esos recursos prácticamente quedarán paralizados, en el mejor de los casos.
Como se ve, el asunto se ha tornado cada vez más problemático. Se dice que los partidos ya están enterados de la situación y algunos presionan a la presidencia del Instituto Electoral para que corrija o se auxilie de instancias judiciales.
Como sea, parece que el asunto no tiene remedio inmediato y, lo peor, será usado por los partidos para crear un nuevo escándalo. También en el Congreso se tiene idea sobre el tamaño del apuro que vive el IECM y las consecuencias que podría traer, pero por lo pronto todo el mundo está callado. Ya veremos.
De pasadita
En un ambiente poco común para un Informe de gobierno en la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum rindió ayer el suyo ante el Congreso local. La sede del acto suele ser la casona de Donceles, regularmente, aunque alguna vez se utilizó también el Teatro de la Ciudad en otra administración.
Ambos lugares fueron desechados porque son recintos cerrados y no se quiso arriesgar la salud de los asistentes, aunque al ver su número uno supone que ni en la sede del Congreso ni en el teatro hubieran cabido.
Así que esta vez fue en el patio del Palacio de Minería y la fecha también se modificó porque Sheinbaum fue invitada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su gira por la zona metropolitana el domingo pasado.
Pero todo esto no tuvo importancia después del muy largo aplauso con el que culminó el acto en el que la jefa de Gobierno, flanqueada por los integrantes de su gabinete y algunos funcionarios del gobierno federal, habló de los pasos que ha dado la 4T en la capital y la orientación que ella ha proporcionado al gobierno.
No llegaron los personajes que regularmente acompañan estos actos políticos, pero alguien confesó que hoy más que nunca lo mejor es no levantar olas.