Las maquiladoras textiles son sitios caracterizados por los bajos salarios a su personal –integrado mayoritariamente por mujeres–, donde además las obreras están expuestas a daños físicos y emocionales por las condiciones de trabajo excesivo y acoso sexual o laboral a las que se ven expuestas, indicó un informe reciente de Oxfam México.
En el estudio, la organización civil señaló que, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2020, las maquilas emplean en la actualidad a 1.1 millones de personas, 60 por ciento de las cuales son mujeres. Al tercer trimestre de 2021, se estima que había 832 mil empleadas de dichos centros en condiciones de vulnerabilidad, es decir, cuatro de cada 10.
El análisis de Oxfam México documentó la situación de trabajadoras de maquilas ubicadas en Chihuahua, Hidalgo y Yucatán, y concluyó que se trata de entornos “caracterizados por bajos salarios, excesivas horas de trabajo, ausencia de mecanismos que garanticen derechos humanos y laborales, y falta de representación real que medie entre trabajadoras y patrones”.
En el estado de Chihuahua, por ejemplo, “son particularmente preocupantes” las condiciones laborales que llevan a muchas empleadas a sufrir lesiones en las manos –sobre todo el llamado síndrome del túnel carpiano–, ante las cuales sus empleadores sólo las remiten a una enfermería donde les dan paliativos para que regresen a trabajar, y se resisten a que acudan al Seguro Social, para reducir las estadísticas negativas.
Por lo que se refiere a Hidalgo, el informe indica que gran número de maquiladoras textiles e hilanderas se han instalado en dicha entidad por los bajos salarios que pagan a su fuerza laboral e incluso por la existencia de talleres de confección informales, instalados en los domicilios de las trabajadoras, donde son ellas quienes pagan la electricidad en vez de sus patrones.
El caso de Yucatán es especialmente significativo, de acuerdo con Oxfam México, porque tan sólo en el periodo 2018-19 el número de personas empleadas en el sector manufacturero pasó de 19 mil a 34 mil, equivalente a un alza de 45 por ciento que en ninguna otra entidad se registró de esa forma.
A pesar de dicho crecimiento, los salarios en las maquilas de Yucatán son los más bajos del país, lo cual se suma a la falta de otras garantías laborales básicas, así como a la inexistencia de contratos, la “fluctuante diferencia de ingresos”, las amenazas de no recontratación y la falta de tabuladores.
En su estudio, Oxfam México emite una serie de recomendaciones a empresarios y autoridades, entre ellas “establecer una estrategia gradual de mediano plazo que garantice un incremento en los salarios hasta alcanzar un salario digno” y “lograr estándares internacionales en lo referente a códigos éticos, derechos laborales y derechos humanos”.