En México “entre 150 mil y hasta más de 400 mil” niñas, niños y adolescentes “podrían estar en riesgo” de ser reclutados por grupos del crimen organizado, debido a la combinación de factores de riesgo que experimentan, entre ellos violencia en sus entornos sociales y familiares, abandono escolar, pobreza y nulas expectativas de vida.
Pese a los estereotipos de género, niñas y adolescentes se están sumando también como sicarias, expusieron expertos en la presentación de la segunda parte del estudio Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos; análisis desde las políticas públicas y la legislación, elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), en colaboración con la embajada de la República Federal de Alemania en México.
En conferencia de prensa presencial, Gabriela Polo Herrera, directora de políticas de prevención y atención de violencia del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), dijo que se busca “tipificar explícitamente el delito de reclutamiento” infantil.
Más de “300 mil niñas, niños y adolescentes han sido reclutados a escala mundial” para desempeñar actividades diversas, desde acciones de vigilancia (halcones) hasta combate, y añadió que los factores son “multicausales”.
Lamentó que los infantes sientan que para “hacerse escuchar” es necesario tener “un arma en la mano”. El reclutamiento es la violencia más frecuente en contexto de conflictos armados. “Esta violación es más cruenta con las niñas y adolescentes . Es una de las peores formas de trabajo infantil”.
La antropóloga Elena Azaola expuso que “son más de 150 mil niños en el país que están expuestos a ser reclutados, dadas las características de sus familias y entorno social”, y esto debería derivar en “establecer políticas públicas que no deben ser trazadas en abstracto ni dirigidas a todos los jóvenes, porque no todos tienen las mismas características que los llevan a ser incorporados”.
Hay que “trazar políticas que localmente sean distintas y de carácter integral”, y agregó que la pandemia es “uno de los rasgos que contribuyen a que los niños sean reclutados”, debido a que acrecentó el “abandono de la escuela”.
Tania Ramírez Hernández, directora de la Redim, precisó que actualmente “sí hay niñas sicarias”, ello pese a que “el sesgo de género delimita algunas prácticas delincuenciales”. Ahora es cada vez más común que haya “jefas de núcleos”, y que sólo estén para el “servicio de los varones”, pero ello no ha disminuido “el abuso sexual, ser sometidas a abortos no deseados y destinadas a explotación sexual”.
Josefina Pontigo Granados, de la Unidad de Prevención de la Violencia del Delito de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, indicó que además de la habilitación del sitio Observatorio Nacional en colaboración con agrupaciones civiles, se realiza un estudio en centros de internamiento. “Llevamos 18 estados en el estudio”.