Inseguridad, pandemia de Covid-19 y posible saturación de los albergues en algunos estados del norte de México son algunos de los factores que pueden incidir en las condiciones de vulnerabilidad de las personas que sean regresadas al país bajo el programa Quédate en México, reactivado esta semana.
Por ello, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas colaborará para brindar medidas de apoyo a los extranjeros que sean procesados con dicho programa, como transporte, información sobre albergues y otros puntos de resguardo y aplicación de pruebas Covid, señalaron fuentes del organismo.
“Son factores que pueden complicar la estancia de varias semanas o meses de estas personas en lugares que no son suyos. Además, hay grupos acostumbrados a aprovecharse de los migrantes, a lucrar con ellos. Hemos visto sensibilidad de los dos gobiernos para intentar que esta operación sea lo más humana posible, aunque siempre habrá riesgos”, agregaron.
La OIM se manifestó contra de la reanudación de Quédate en México y confió en que termine lo más pronto posible. “Ese sería el escenario ideal. Es un programa inhumano y va contra el derecho internacional. Sin embargo, estaremos apoyando a quienes sean retornados a México”, indicaron.
Los solicitantes de asilo en Estados Unidos son obligados a permanecer en nuestro país hasta que las cortes estadunidenses en la materia definan su situación. Se reinstaló el lunes, luego de negociaciones entre los dos gobiernos, a fin de que la administración de Joe Biden –que lo había cancelado en enero– cumpla la orden de una corte federal de Texas de restablecerlo.
Este programa fue uno de los estandartes de las políticas antimigratorias de Donald Trump, bajo su mandato estuvo vigente de 2019 a 2021. De acuerdo con las proyecciones, los primeros extranjeros procesados bajo la redición de Quédate en México serán regresados este miércoles por el cruce fronterizo El Paso-Ciudad Juárez. Se calcula que serán entre 30 y 40.
La Casa Blanca y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador definieron la urbe fronteriza de Chihuahua como el primero de siete puntos totales para procesar a dichos migrantes. El resto son: en Baja California, San Diego-Tijuana y Calexico-Mexicalli; Sonora, Nogales; Coahuila, Eagle Pass-Piedras Negras, y en Tamaulipas, Laredo-Nuevo Laredo y Brownsville-Matamoros.
Estas dos últimas ciudades tienen altos índices de violencia, con secuestros, extorsiones, robos y otros delitos contra migrantes.