El Cairo. Los combates entre tropas leales al gobierno yemení con reconocimiento internacional y los rebeldes hutíes con apoyo iraní desplazaron el mes pasado a más de 25 mil personas en torno a una importante ciudad portuaria, según dijo el martes por la noche Naciones Unidas.
Los combates en Hodeidah estallaron cuando los rebeldes irrumpieron en zonas abandonadas por fuerzas del gobierno, lo que se vio seguido de un contraataque del gobierno respaldado por Emiratos Árabes Unidos, según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Unos tres quintos de los civiles huyeron a territorio controlado por el gobierno, mientras que los demás se dirigieron a zonas bajo control rebelde.
El conflicto en Yemen comenzó en 2014, cuando los hutíes tomaron el control de la capital, Saná. Una coalición liderada por Arabia Saudita intervino en la guerra al año siguiente para tratar de restaurar el gobierno. Emiratos es un importante miembro de la coalición saudí.
Los nuevos combates en Hodeidah han sido de los más fuertes desde la tregua mediada por Naciones Unidas en 2018, aunque ese acuerdo nunca llegó a aplicarse por completo. En torno al 70 por ciento de las importaciones comerciales y humanitarias del país pasan por Hodeida.
En las últimas semanas se han agravado los choques, que han llegado por ejemplo a la ciudad petrolera de Marib, donde según la OCHA 64 mil 450 personas se han visto desplazadas desde enero.
La coalición de liderazgo saudí también ha acelerado sus ataques aéreos sobre posiciones hutíes en Saná, así como en las provincias de Marib, Jawf y Hodeidah, donde los rebeldes han lanzado misiles y drones cargados de explosivos hacia Arabia Saudí.
La estancada guerra en Yemen ha desencadenado la peor crisis humanitaria del mundo, y millones de personas sufren desabastecimiento de comida y asistencia médica. Más de 130 mil personas han muerto entre combatientes y civiles, según un proyecto de bases de datos que monitorea la violencia.