Washington. El asteroide Nereus, de 330 metros de largo, se acercará a la órbita de la Tierra el 11 de diciembre próximo a 3.8 millones de kilómetros, distancia corta en términos astronómicos, informó ayer la NASA.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) incluyó al cuerpo celeste rocoso en la lista de “potencialmente peligrosos” y pasará a una velocidad de casi 24 mil kilómetros por hora, aunque en esta ocasión no representará ningún riesgo.
Nereus tiene alto contenido en metales y es considerado un valioso objetivo para la industria de la minería espacial, además del interés científico, por lo que se convertirá en uno de los principales objetivos para su explotación.
Asterank, base de datos científica y económica de más de 600 mil asteroides, confirmó depósitos de hierro, níquel y cobalto por valor de 4 mil 710 millones de dólares, y lo sitúa en el tercer puesto de la lista, por detrás de Ryugu (82 mil 760 millones) y 1989 ML (13 mil 940 millones).
La minería espacial, según expertos, se convertirá en una de las actividades más económicas y rentables a partir de la segunda mitad de este siglo, precisó la publicación.
Nereus, nombre del dios griego del mar hijo de Gaia, regresará en varias ocasiones y, según la NASA, dentro de 30 años esa distancia será tres veces menor.
Según las estimaciones, el asteroide volverá a acercarse a la Tierra el 2 de marzo de 2031 y en noviembre de 2050. El 14 de febrero de 2060 su distancia apenas superará un millón de kilómetros.
De acuerdo con los parámetros de la agencia espaciala estadunidense, cualquier objeto espacial a menos de 193 millones de kilómetros de distancia se considera “cercano a la Tierra”, y con un movimiento rápido en un radio de 7.5 millones de kilómetros de nuestro planeta entra de forma automática en la lista de “potencialmente peligrosos”. Todos los miembros de esta última tienen un seguimiento exhaustivo, con el objetivo de detectar cualquier cambio en la trayectoria prevista que pudiera ponerlos en ruta de colisión contra el planeta.
Fue observado por primera vez en 1982 y se acerca aproximadamente una vez cada 10 años, de ahí que la NASA y la agencia espacial de Japón, JAXA, consideraron la posibilidad de recolectar una muestra con la misión Hayabusa enviada en 2003 al asteroide Itokawa.