En la Ciudad de México, diariamente se generan entre 14 mil y 16 mil toneladas de cascajo, de las cuales sólo 2 por ciento son recicladas, según datos del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) proporcionadas por la Secretaría del Medio Ambiente capitalina.
Se trata, explicó la directora de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental de la dependencia, Andrée Lilian Guigue Pérez, de residuos derivados de pequeñas obras que los ciudadanos realizan en sus domicilios, cuyos desechos son depositados en áreas verdes, principalmente, e incluso en cuerpos de agua.
Ante esta situación, la secretaría, 11 alcaldías, sindicatos de transportistas y empresas recicladoras firmaron un convenio para establecer un programa de recolección de residuos de la construcción y de demolición domiciliarios, con el propósito de garantizar que dicho material pueda ser reutilizado en nuevas construcciones, como establece la actualización a la norma ambiental NADF-007-RNAT-2013, que entró en vigor el 18 de octubre.
Guigue Pérez aclaró que no se trata de una estrategia para apoyar a las grandes construcciones o desarrolladoras inmobiliarias, que como parte de los requisitos que deben cumplir para llevar a cabo sus proyectos deben tener un programa para el manejo de cascajo, sino de establecer un contacto con los ciudadanos para que los desechos de obras que realizan tengan el destino final que corresponde.
De esta manera, explicó, quienes realizan obras en sus casas recibirán el apoyo de las alcaldías, que instalarán campamentos de resguardo de desechos como concreto simple y armado, metales y mamposteria, entre otros, que se entregarán a los transportistas que los llevarán a las plantas de tratamiento para ser reciclados.