Un simbólico acervo del siglo XIX ya es parte de los archivos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Es el periódico literario Las Violetas del Anáhuac, editado entre 1887 y 1889, considerada como la primera publicación feminista en México.
Fue editado por “un grupo de mujeres instruidas que deseaban hacerse oír públicamente y de influir en la forma de pensar y actuar de sus contemporáneos”. Su directora fue Laureana Wright, escritora mexicana nacida en Taxco, Guerrero, precursora del feminismo, y cuyos aportes periodísticos son considerados revolucionarios para aquella época.
Un particular donó a la cancillería más de 50 ejemplares de Las Violetas del Anáhuac, cuya primera edición se publicó el 4 de diciembre de 1887, hace 134 años, y que contó con el apoyo de Carmen Romero Rubio, esposa del entonces presidente Porfirio Díaz.
Originalmente llamado Las Hijas del Anáhuac, los ejemplares los recibió para su conservación y custodia la directora general del Acervo Histórico Diplomático, Laura Beatriz Moreno Rodríguez, informó la SRE.
Ayer, en el acto de presentación del donativo, el canciller Marcelo Ebrard y Leticia Bonifaz, actual experta del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, destacaron los aportes de ese rotativo.
En el patio Simón Bolívar del Instituto Matías Romero, en el marco de la conmemoración por los 200 años de la SRE, también se inauguró la exposición Palabras de Papel-Voluntades de Acero, que se exhibirá del 6 de diciembre al 21 de enero.
Bonifaz recordó que en aquella época había periódicos en los que se permitía un espacio para que las mujeres publicaran y hombres escribían sobre lo que pensaban podía interesar a ellas, pero se limitaban a temas de moda, economía doméstica y cuidado del hogar.
Lejos de eso, Las Violetas del Anáhuac fue el primer periódico del país con contenido científico y literario hecho por mujeres y para ellas. Expuso abiertamente la necesidad de crear un espacio adecuado para que las mexicanas pudieran ampliar o difundir sus conocimientos y así contribuir al progreso de México de finales del siglo XIX. “Esta joya es clave en la historia del feminismo mexicano”.
Ebrard dijo que este medio marcó “un antes y un después” para la participación de las mujeres en la vida pública en México, por lo que destacó la importancia de que este material pueda ser de dominio público.