La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) manifestó su decepción luego de que el gobierno mexicano aceptara reanudar el programa Quédate en México, con el que se obliga a migrantes que piden asilo en Estados Unidos a permanecer en estados fronterizos de país hasta que se resuelva su solicitud.
Este programa, subrayó la CEM en un comunicado, “viola múltiples principios internacionales en materia de refugio y asilo, como el derecho al debido proceso y a la no repetición, y no permite el debido ejercicio de los derechos fundamentales de los individuos”.
La CEM criticó también la situación particular en Tapachula, Chiapas, pues ha generado una situación “caótica”.