Nueva York. La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) adoptó el lunes una resolución postergando indefinidamente el reconocimiento de los representantes propuestos por los talibanes en Afganistán y la junta militar de Myanmar.
Aprobada por consenso sin el voto de los estados miembro de la ONU, esta resolución se inspiró en un acuerdo alcanzado la semana pasada por la Comisión de Verificación de Poderes de Naciones Unidas, que incluye a Estados Unidos, Rusia y China.
La semana pasada, la comisión recomendó "aplazar su decisión sobre las credenciales correspondientes a los representantes de Myanmar" y Afganistán durante la sesión en curso de la Asamblea General, que termina en septiembre de 2022.
De corto a mediano plazo, no se esperan próximas reuniones de la comisión conformada por nueve naciones, presidida por Suecia.
Para Myanmar y Afganistán, las aplicaciones para acreditaciones de los regímenes, tanto el antiguo como el nuevo, estaban sobre la mesa en la ONU.
Wunna Maung Lwin, el ministro de Exteriores de Myanmar, sacudida por un golpe militar el 1º de febrero, fue nombrado enviado el 18 de agosto por el excomandante militar Aung Thurein.
Pero el enviado designado por el líder depuesto Aung San Suu Kyi, Kyaw Moe Tun, desafió a la junta a permanecer en su puesto y el 21 de agosto pidió a la ONU que lo mantuviera.
Por su parte, el embajador de Afganistán ante la ONU, Ghulam Isaczai, nombrado por el derrocado presidente Ashraf Ghani, presentó una solicitud para permanecer en la organización el 14 de septiembre.
El 20 de septiembre, los talibanes, que volvieron al poder en Afganistán a mediados de agosto, pidieron a la ONU que aceptara a Suhail Shaheen -un exportavoz del grupo islamista- como nuevo representante del país.
Tanto los talibanes como la junta de Myanmar han criticado a la comisión de la ONU por no confirmar a sus embajadores elegidos.