Yeda. El británico Lewis Hamilton capitalizó el caos para conseguir la victoria en el Gran Premio de Arabia Saudita y agregarle más emoción a la pelea por el título de la Fórmula Uno ante su formidable retador, Max Verstappen. El campeonato se definirá en la última carrera de la temporada con los dos feroces rivales igualados en puntos.
Una carrera accidentada que dejó fuera de combate al mexicano Sergio Pérez en su Red Bull.
“Desafortunadamente nos pasó a nosotros; era una pista complicada y creo que con la estrategia de bandera roja perdimos posiciones”, consideró Checo.
“Charles Leclerc no tenía mucho a dónde ir. Una pena lo que sucedió”, expresó sobre el incidente en la vuelta 15 con el monegasco que lo dejó fuera de la carrera.
El duelo del próximo fin de semana en Abu Dabi determinará si Hamilton establece un récord con su octavo título o si Verstappen conquista el primero.
La victoria de Hamilton en Arabia Saudita fue su tercera en fila para igualar a Verstappen, ambos con 369.5 puntos. Otro triunfo dejaría al veterano piloto británico por delante de Michael Schumacher.
Verstappen aventaja por un pelo, en virtud de su saldo favorable de victorias: 9-8.
“Desde luego que excita”, declaró Verstappen, quien ganó en Abu Dabi el año pasado. “Vamos a largar tal y como iniciamos la temporada”.
La carrera nocturna en el circuito callejero de 30 kilómetros en el balneario de Yeda deparó un par de reinicios, múltiples ingresos del coche de seguridad y una intensa disputa entre los rivales por el título que incluyó un toque de sus monoplazas.
Red Bull recibió el beneficio de negociar una penalización para Verstappen, el jefe de Mercedes Toto Wolff azotó sus auriculares en un arrebato de rabia y Hamilton acabó desplazando a su adversario a falta de seis vueltas.
“Deporte de penalizaciones”
Verstappen, cuyo liderato en el campeonato se ha evaporado en las últimas tres carreras, reaccionó decepcionado.
“Lo que sucedió hoy es increíble”, señaló el piloto holandés. “Solo estoy tratando de correr. Este deporte ahora es más de penalizaciones que de carreras. Para mí, esto no es Fórmula Uno”.
Pese a la victoria, Mercedes tampoco daba crédito.
“Lewis, esa debe ser la carrera más loca que yo recuerde”, comentó el ingeniero de Hamilton por la radio del equipo tras cruzar la meta.
“¡Fantástico trabajo, muchachos!”, replicó Hamilton. “¡Así es como debe ser. Hay que seguir!”
Hamilton se tomó varios instantes para recuperarse tras la victoria número 103 de su carrera.
Fundido, fue a sentarse junto a su preparador físico, cubriéndose el rostro con una toalla antes de la ceremonia en el podio.
Verstappen fue penalizado por salirse de la pista en el segundo reinicio y recibió la orden de ceder la posición a Hamilton, pero el británico embistió la parte trasera del Red Bull y dañó el alerón de su Mercedes.
Los dos pilotos tuvieron puntos de vista opuestos acerca de lo sucedido. Verstappen tuvo que comparecer ante los comisarios tras la carrera, y señaló al británico como responsable.
Hamilton, por su parte, profirió una palabra vulgar al describir a Verstappen como “loco” y catalogó de “peligroso” el manejo de su rival.
Según Wolff, el equipo no informó con tiempo a Hamilton que Verstappen iba a dejarle pasar.
Una vez que el siete veces campeón dejó atrás al holandés, dominó a placer.