Estudiantes y profesores del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) exigieron la salida del actual director de esa institución, José Antonio Romero Tellaeche, por considerar que su nombramiento no cumple con la normatividad, al tiempo que demandaron un nuevo proceso de designación en el que la opinión de la comunidad sea escuchada.
Luego de realizar una marcha del Parque Hundido a la sede del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) –en la que participaron cientos de personas–, los manifestantes realizaron un mitin en el cual reiteraron su desacuerdo con la llegada de Romero.
En medio de consignas como “más ciencia, menos obediencia” y “si se niegan a escuchar esto nunca va a acabar”, los participantes –muchos con una franja de pintura verde en la frente– también rechazaron la forma en que la titular de Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, nombró al director del CIDE.
Una alumna identificada como Jimena, señaló que las autoridades de dicha institución “han mandado a personas a amenazarnos y amedrentarnos. Nosotros podemos decir que estamos del lado correcto de la historia, ¿cuál es su excusa para no escuchar a los estudiantes?”
Los jóvenes leyeron su pliego petitorio en el cual piden que no haya represalias por ejercer su derecho a manifestarse y que se garantice la participación de los estudiantes en la toma de decisiones del CIDE; la destitución de Romero Tellaeche, la realización de un nuevo nombramiento “con apego a los estatutos”, reconocimiento del centro como institución autónoma y “dar prioridad a la agenda contra la violencia de género”.
Por su parte, académicos expresaron su apoyo a los estudiantes y dieron a conocer su propio pliego, el cual incluye puntos como “cese del hostigamiento a la comunidad académica nacional en su conjunto”, respeto a la libertad de cátedra, escucha a las demandas de la comunidad estudiantil, remoción inmediata de Romero y que la Secretaría de Gobernación sea la mediadora en una eventual mesa de diálogo.
A la manifestación acudieron alumnos, maestros y trabajadores de diversas instituciones académicas, entre ellas de las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana, Iberoamericana, de Guadalajara y de Guanajuato, además del Instituto Politécnico Nacional y la Escuela Nacional de Antropología e Historia.