Ante el posible debate en el Congreso de la Unión sobre un cambio de figura jurídica en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), en el marco de la nueva Ley General de Educación Superior, investigadores y consejeros académicos denunciaron que en diversas unidades y subsedes “ha comenzado a recuperarse una narrativa del miedo con sutiles mecanismos de presión laboral y académica para que las cosas se queden como están y no se siga impulsando la idea de que es posible alcanzar una autonomía por ley”.
En entrevista con La Jornada, destacaron que dicha opción fue la de mayor consenso en su Congreso Nacional Universitario, cuya primera etapa concluyó en septiembre pasado, al ser aprobada en las seis regiones que agrupan a 70 unidades de la institución, que desde su fundación en 1978 es un organismo desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública.
Yuri Jiménez y Pilar Míguez, integrantes del consejo académico de la universidad, destacaron que tras la entrega de los resultados del congreso universitario a la dependencia, a fin de continuar con el proceso que marca el artículo 21 transitorio de la ley que establece la posibilidad de discutir un cambio en la figura jurídica, en algunas unidades académicas “hay presiones de parte de directivos para que esto se deje de discutir y analizar en las comunidades escolares”.
Patricia Delgado, profesora investigadora de la UPN en el estado de México, denunció que alumnos representantes de la comunidad estudiantil en el congreso “han sido hostigados e incluso acusados de acoso como una medida que pareciera represalia por su activismo. A eso se suma que en reuniones con directivos se insiste en que la tendencia de la comunidad de la universidad es hacia la descentralización, cuando los resultados del congreso dicen claramente que es para exigir una autonomía por ley”.
Alejandro Arrecillas, académico en Sonora, destacó que desde el inicio del congreso, en enero de este año, “hubo presiones de forma sutil contra profesores, alumnos y personal administrativo, pero ahora hay una narrativa del miedo en torno a la autonomía. Se afirma que será un desastre, que se perderán derechos laborales y que no estamos preparados como institución para tener esa figura jurídica, cuando los consensos y debates que se dieron señalan todo lo contrario”.
Arturo Pardo y María Eugenia Sánchez, profesores de la unidad Tlaxcala, afirmaron que “hay un interés explícito desde las autoridades educativas locales y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que mantiene cotos de poder en la institución para que la autonomía por ley, como una opción para el rescate de nuestra casa de estudios, quede en el olvido”.