El movimiento de los servidores de la nación que en septiembre pasado hizo diversas marchas para denunciar sus “malas condiciones de trabajo” se dividió, luego de que una parte de los inconformes fue contratada por la Secretaría de Bienestar (SB), con la supuesta condición de que tratara de detener otras manifestaciones de descontento.
Así lo denunciaron empleados y ex empleados que solicitaron el anonimato. Explicaron que los compromisos alcanzados entonces de reinstalar a los trabajadores “injustamente despedidos” sólo se cumplieron de forma parcial con quienes consideraron más “manejables”, y a los que de todas formas les han asignado las tareas más pesadas, “a manera de represalia”.
Las fuentes consultadas explicaron que, después de las movilizaciones que trabajadores de diversos estados hicieron en la capital del país para visibilizar la precariedad de sus condiciones laborales –con jornadas de 12 horas o más, sin derecho a prestaciones básicas y sujetos a posibles despidos arbitrarios–, autoridades de la dependencia prometieron resolver las inconformidades.
El coordinador de la Unidad de Delegaciones de esa dependencia, Óscar Navarro Gárate, se comprometió a reinstalar a los servidores que hubieran sido despedidos de forma injustificada o a entregar su liquidación a quienes ya no desearan seguir laborando, “pero las recontrataciones no fueron más de 100 y se hicieron de manera selectiva”, denunciaron.
“Abrieron las puertas a los que ellos consideraron más ‘manejables’, pero no a otros que no quieren ver porque les hicieron más ruido. De todas maneras, a los que regresaron los mandaron a las zonas más lejanas, más peligrosas”, como forma de castigo por haber participado en manifestaciones de denuncia, señalaron.
Por otro lado, Bienestar contrató a un grupo de inconformes y les asignó puestos más altos, con la condición de que tratara de desincentivar las movilizaciones de otros servidores de la nación.
“Les ofrecieron una chamba de 28 mil pesos, nada despreciables, en vez de ganar 9 mil 400 al mes, y ellos dijeron ‘pero cómo no’. Aparte, no los traen a ras de piso, en las colonias, arriesgándose, bajo el sol, sino están aquí en la Ciudad de México, en el departamento administrativo” de la SB, señalaron.
Lo anterior, admitieron, generó la “división” del grupo que originalmente se manifestó en defensa de sus derechos, por lo que quienes continúan inconformes, pidieron que los recontratados ya no se asuman como sus representantes.