Johannesburgo. El aumento de ingresos hospitalarios infantiles durante la cuarta ola de infecciones por Covid-19 en Sudáfrica, impulsada por la variante ómicron, debería alentar la vigilancia pero no el pánico, ya que los cuadros infecciosos han sido leves, reportó Ntsakisi Maluleke, funcionaria de salud local.
Una gran cantidad de bebés internados el mes pasado en Tshwane, área metropolitana que incluye a la capital Pretoria, elevó la preocupación por la posibilidad de que ómicron presente mayores riesgos para los niños que otras mutaciones.
Maluleke, especialista en salud pública, indicó que de los mil 511 pacientes positivos en hospitales de la provincia, 113 son menores de nueve años, cantidad mayor que durante oleadas anteriores.
“Nos reconfortan los informes de los médicos de que los niños tienen una enfermedad leve” y agregó que los funcionarios de salud y los científicos investigan qué impulsa el aumento de las admisiones en edades más jóvenes y esperan brindar claridad en las próximas semanas.
Dado que sólo un pequeño porcentaje de las pruebas positivas de Covid-19 en Sudáfrica son enviadas para una secuenciación genómica, las autoridades no saben con qué variantes se han infectado los menores.
Maluleke afirmó que los trabajadores sanitarios podrían actuar con un exceso de precaución. “Prefieren tener un niño bajo cuidado por uno o dos días que tenerlo en casa y que se complique su estado, pero tenemos que esperar las evidencias”.
Muchos pacientes en Gauteng tienen síntomas similares a los de la gripe, como picazón en la garganta, en contraposición con los más fácilmente identificables, como la pérdida del gusto o el olfato.
No obstante, instó a padres y a mujeres embarazadas –otro grupo que ha tenido más ingresos hospitalarios– a no tomar a la ligera síntomas similares a los de gripe y hacerse una prueba. “El público debe tener menos miedo, pero estar alerta”.
Pese al reciente aumento de admisiones, la ocupación de camas en Gauteng es de sólo 13 por ciento, afirmó Maluleke.
A nivel nacional, sólo 3 por ciento de enfermos hospitalizados en ese país tienen la vacunación completa, informaron las autoridades.
Los precursores de ómicron existen, al parecer, desde antes de la aparición de las variantes alfa y delta, destacó Wolfgang Preiser, virólogo que descubrió la nueva mutación.
Chile confirmó el primer caso en un viajero de Ghana, quien arribó al país el 25 de noviembre.
Río de Janeiro suspenderá su multitudinaria fiesta de Año Nuevo ante los casos de la nueva cepa en Brasil.
Un juez del máximo tribunal ordenó que se investigue al presidente Jair Bolsonaro por los comentarios que hizo que asocian las vacunas contra el Covid-19 con el VIH, una afirmación rechazada por médicos y científicos.
El juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, instruyó al principal fiscal del país, Augusto Aras, que investigue la acusación realizada por el Senado de Brasil.
Bolsonaro dijo en una transmisión del 24 de octubre que “los informes oficiales del Reino Unido indican que las personas totalmente vacunadas están desarrollando el síndrome de inmunodeficiencia adquirida mucho más rápido de lo previsto”.
Holanda informó que se elevó a 18 el recuento final de pasajeros que dieron positivo por ómicron en dos vuelos procedentes de Sudáfrica.
El Covid-19 será una amenaza para Reino Unido al menos durante cinco años, advirtieron asesores del Grupo Científico Pandémico de Influenza, quienes afirmaron que en ese periodo la conducta del virus podría estabilizarse “a un nivel endémico previsible”.
En su último mensaje antes de dejar el poder la próxima semana, la canciller alemana Angela Merkel instó a la población a vacunarse, pues el rebrote “se ha vuelto dramático” en algunas partes del país.
Miles de manifestantes marcharon por varias ciudades de Europa para protestar contra las restricciones impuestas para frenar la propagación del virus.