Morelia, Mich. Los opositores “le subieron más a la calumnia” y, al mismo tiempo, nos solicitaron diálogo, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador al dar a conocer la petición de audiencia de Santiago Creel, presidente de la Comisión Política del PAN, y encargar este encuentro al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández
Este partido pidió una reunión con el mandatario para abordar “los grandes temas nacionales”, porque de lo contrario, consideró el blanquiazul, “será difícil que el país y sus proyectos avancen”; prometió que la plática no será para confrontarse y López Obrador será tratado como jefe de Estado, con respeto.
Ayer, en gira de trabajo por Michoacán, el Presidente dijo que tras la concentración en el Zócalo, el pasado miércoles, para conmemorar su tercer año en el gobierno, los adversarios se pusieron enojadísimos. “Asisten a un informe y se les cuestiona (a gobernadores panistas), y luego piden el diálogo, y en el Congreso votando en contra de todo, hasta los ascensos de los oficiales del Ejército. Una cosa increíble, pues”, comentó a la prensa.
Y frente a los señalamientos del ex presidente Vicente Fox, en el sentido de que el gobierno actual tiene popularidad porque entrega “migajas” y lleva al Zócalo “acarreados” y “arrastrados”, López Obrador dijo que es lamentable que llegue a esos niveles de ofensa. Le recordó que él gobernó sólo para los de arriba y al pueblo ni lo volteaba a ver. “Yo preguntaría: ¿y él entregó, aunque le llame ‘migajas’, le entregó apoyos al pueblo? Nada, él gobernó para los de arriba, él ayudó a Roberto Hernández a que no pagara impuestos cuando vendió Banamex.
“¿Por qué le extraña que tengamos el apoyo del pueblo si nunca en los últimos tiempos se había atendido al pueblo, si el pueblo para ellos, para estos conservadores no existía?”
La política –continuó López Obrador– era asunto de los políticos, para atender a los grandes empresarios, banqueros, a los llamados hombres de negocios, y no hicieron nada por los grupos vulnerables.
En educación pública, dijo, su acción fue la compra, en medio de procesos corruptos, de pizarrones electrónicos y computadoras. “En los últimos tiempos” aplicaron una reforma educativa para someter y ofender al magisterio.
Ahora, sostuvo, es un gobierno del pueblo y para el pueblo.
Y para que se molesten más, expresó, divulgó una encuesta –elaborada por la empresa Morning Consult– en la cual el mandatario mexicano se ubica en el primer sitio, a la par de su homólogo de India, con 69 por ciento de aprobación ciudadana, es decir, “de los mejores gobiernos del mundo”.
Según este análisis, el presidente Biden tiene 44 por ciento de aceptación; el presidente de Brasil, Bolsonaro, 38; de Italia, Mario Draghi, 58; Boris Johnson y Fumio Kishida, de Reino Unido y Japón, respectivamente, 44 por ciento; Macron, de Francia, 36; “la señora Merkel, que ya está terminando, 53. Se va bien, estuvo 14 años”.
Además, el mandatario citó los porcentajes adjudicados a los mandatarios de Corea del Sur, 38, de Australia, 45; España, 38 por ciento, y de Canadá, 43. “El de Tepatitlán, 69”, expresó.
Al final de la conferencia recalcó que su gobierno no es igual a los anteriores. “A mí me pueden llamar ‘peje’ pero no lagarto. No somos iguales, zafo”, dijo.
(Con información de Fabiola Martínez)