Praga. Polonia aceptó la ayuda de la República Checa para solucionar la crisis en su frontera con Bielorrusia, informó ayer el servicio de prensa del Ministerio de Defensa checo.
“Varsovia decidió aceptar la ayuda de la República Checa para resolver la situación en la frontera polaco-bielorrusa. Ahora habrá negociaciones sobre las opciones concretas de esa ayuda”, indicó el mensaje.
Horas antes, el primer ministro checo, Andrej Babis, aseguró que Praga ofreció ayuda a Varsovia, en particular, propuso enviar policías o militares a la frontera polaco-bielorrusa y estaba esperando una respuesta de Polonia.
El uso del contingente militar checo fuera del territorio nacional debe ser aprobado por ambas cámaras del Parlamento.
Este viernes el ministro de Defensa de Polonia, Mariusz Blaszczak, sostuvo un encuentro con sus colegas de la República Checa y de Hungría sobre la posibilidad de brindar a Varsovia ayuda militar para resolver la crisis migratoria en la frontera polaco-bielorrusa, según la agencia PAP.
El ministro polaco destacó que los militares de la República Checa y Hungría podrían ayudar a sus colegas polacos a defender la frontera con Bielorrusia y las carreteras cercanas.
La situación en la frontera bielorruso-polaca, donde se congregaron miles de migrantes, en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Medio Oriente, con la esperanza de pasar a la Unión Europea, se agravó desde principios de noviembre.
Las autoridades polacas, que reforzaron la protección de sus fronteras, acusan a Minsk de provocar una crisis migratoria con fines políticos. Minsk rechaza esos cargos, alegando que Varsovia está expulsando por la fuerza a los migrantes.
Las sanciones de la Unión Europea (UE) contribuyeron a desescalar la crisis de los migrantes en la frontera bielorruso-polaca, declaró Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea.
“Es el fruto de una acción concertada que los europeos han sabido llevar a cabo. Nuestras amenazas de sanciones contra quienes facilitaron el transporte de migrantes (…) y nuestra asistencia a los programas de retorno han tenido un impacto positivo”, indicó Schinas en una entrevista con Le Monde.
Schinas denunció que se había producido un “ataque híbrido masivo, a gran escala y planificado” en la frontera. Señaló que la crisis tenía también una vertiente “educativa”, pues los europeos inseguros, según él, se han dado cuenta de que el tema de la migración concierne a todos.
Schinas informó de que la UE no proporcionó ayuda financiera al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
“Los líderes europeos han aumentado el número de contactos para encontrar una solución, pero estamos avanzando hacia nuevas sanciones diplomáticas o contra los transportistas (contrabandistas de personas)”, añadió.