Seattle. Una cacería humana tuvo lugar en el condado de Oakland, Michigan, para atrapar a los padres de Ethan Crumbley, de 15 años, acusado de asesinar a cuatro de sus compañeros al ejecutar, esta semana, un tiroteo en la escuela Oxford.
James y Jennifer Crumbley, padres de Ethan, fueron imputados de homicidio involuntario por su responsabilidad en los actos de su hijo, quien asesinó a Tate Myre, de 16 años; Madisyn Baldwin, de 17; Hana St. Juliana, de 14, y Justin Shilling, de 17. Ethan Crumbley se entregó a la policía sin ofrecer resistencia, fue acusado de “asesinato” y “acto terrorista” y podría pasar el resto de sus días en prisión, ya que es procesado como si fuera adulto.
En un giro inesperado, la fiscalía indicó ayer que los padres del menor fueron inculpados de homicidio porque ignoraron indicios en la conducta de su hijo, compraron el arma que éste usó en el tiroteo y la dejaron a su alcance, por lo que son responsables de no haber impedido la tragedia. La fiscal Karen McDonald afirmó que la negligencia y omisiones de los padres previas al tiroteo fueron “escandalosas”.
Medios locales indicaron que James y Jennifer Crumbley prometieron entregarse a las autoridades a las dos de la tarde (hora local), pero no había indicio de ellos, por lo que la policía emitió una alerta de fuga. El sheriff del condado de Oakland, Michael Bouchard, dijo a CNN que la policía buscaba a los Crumbley, y representantes legales del matrimonio indicaron que sus clientes ya no respondían los mensajes, aunque negaron que los Crumbley se hayan fugado.
Bouchard agregó que numerosos detectives del departamento de policía, de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y alguaciles de la policía federal estadunidense estaban a cargo de la búsqueda.
Las abogadas de los Crumbley, Shannon Smith y Mariell Lehman, aseguraron que la pareja salió de Oakland el jueves, tras el tiroteo, “por su propia seguridad”, pero que no se han fugado.
Cuatro días antes del tiroteo, Ethan Crumbley acompañó a un comercio local de armas a su padre, donde éste compró una pistola semiautomática. Las leyes de Michigan prohíben a menores de 18 años comprar o estar en posesión de armas, con la salvedad de que tengan un permiso de cacería y estén bajo la supervisión de un adulto.
El joven publicó fotos del arma en sus redes sociales y escribió: “Hoy obtuve mi nueva belleza”, y subrayó la frase con un emoji de corazón. Su madre publicó en sus redes: “Pronto probaremos nuestro nuevo regalo de Navidad”.
McDonald afirmó que la acusación contra los padres de Ethan “tienen la intención de responsabilizar a quienes contribuyeron a esta tragedia, así como crear conciencia de sus responsabilidades en quienes tengan armas de fuego”.
La fiscal destacó que después de comprar el arma, Jennifer fue llamada por la escuela luego de que su hijo fue encontrado haciendo una búsqueda sobre municiones en Internet. Nunca respondió. Más tarde, Jennifer intercambió mensajes de texto sobre el incidente con su vástago, diciéndole: “No estoy enojada contigo. Tienes que aprender a que no te atrapen”.
El día del tiroteo, Ethan Crumbley fue convocado con sus padres por autoridades de la escuela. Una profesora encontró una nota sobre el escritorio del joven con imágenes de una pistola semiautomática y balas, en medio de anotaciones como: “Los pensamientos no se detendrán. Ayúdenme”, “Sangre por todas partes”, “Mi vida es inútil” y “El mundo está muerto”.
“La idea de que un padre lea esas palabras sabiendo que su hijo tuvo acceso a un arma mortal que le habían dado es inconcebible y creo que es un delito”, afirmó McDonald.