Chilpancingo, Gro. El fotoperiodista Antonio Turok, convocó a los periodistas de Guerrero a continuar trabajando a pesar de las condiciones por las que atraviesa la entidad “el fotógrafo debe seguir tomando sus fotos; no importa que seamos muy pocos; la fotografía debe tener un significado para sus vidas”.
Yo le digo a los jóvenes “tomen las fotos, porque eso es lo que nos va a permitir tener la certeza que algún día los seres humanos vamos a tratarnos como tal; algún día nos vamos a entender, no por el color de nuestra piel, sino por nuestra manera de pensar; el color de la piel no importa, qué hay en el alma, y algún día hay que seguir haciendo historia; cada quien tiene una misión de hacer historia, que es muy fascinante”.
Antonio Turok estuvo en el Museo Regional (INAH) de Chilpancingo, acompañado del fotógrafo de la revista Proceso, Germán Canseco, para participar en el conversatorio Contra el silencio, organizado por la Asociación de Periodistas del Estado de Guerrero(APPEG), la Delegación 17 del SNRP, y el Museo Regional, al que asistieron periodistas desplazados por la violencia en Iguala, Acapulco, y Chilapa; estudiantes universitarios, y ciudadanos capitalinos, en el marco de la conmemoración del asesinato del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, ocurrido el 2 de diciembre de 1974 en el municipio de Tecpan, en la Costa Grande de Guerrero.
Al hablarles de su experiencia en entidades de Chiapas y Oaxaca expresó: “me entristece que se está perdiendo la idea de la comunalidad, que es trabajar en comunidad, porque es toda una forma de vida, no es una palabra, es una manera de ser, existir y sobrevivir, y cada gobierno se encarga de minimizar ese concepto”.
Por eso creo que mis fotografías son muy importantes “ porque es un recordatorio de la importancia de esta forma de vida; mis fotos en sí, no son ni mejores ni peores que las de cualquiera de ustedes, seguramente hasta tienen mejores que yo”.
Mencionó que las comunidades indígenas “tienen una manera maravillosa de curarse como sociedad, que es única, y el hombre blanco no ha entendido la belleza de eso, y lo hemos dejado de respetar una costumbre milenaria que deberíamos de defender y proteger, lo menospreciamos, e inventamos adjetivos para decir quien es el bueno y el malo”.
Por eso todos los políticos son lo mismo “son una bola de payasos que no resuelven nada; yo siempre voy a votar, porque siempre creo que el que sigue va a ser el bueno, pero no sale bueno”.
Y dirigiendo la mirada a don Melitón Ortega, vocero de los padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos, que lo acompañó en el presídium, preguntó: ¿por qué este gobierno ahora, que se supone es de izquierda, no ha resuelto el problema de (los estudiantes) desaparecidos; y vamos un año y otro año, y sigue siendo la misma tragedia, esto no es nada nuevo”.
Gracias a que “tenemos esa conciencia histórica, podemos estar reunidos hoy acordándonos de un gran hombre, como Lucio Cabañas, que hizo su lucha, y todavía está vivo; de alguna extraña manera, sigue vivo, y no ha muerto, no fue en vano su lucha; no somos suficientes en las marchas, con uno que se integre ya ganamos”.
Me pregunto: ¿por qué fui a la guerra; por qué arriesgue; no es tu guerra, no es tu familia la que se está matando, por qué vas, y escoges un bando y no otro mando. Tu estás escogiendo espiritualmente el camino que tu quieres, que le quieres dejar a tus hijos, o a tu comunidad. Yo no sé si mi hija me aprecia, pero algo le tendrá que haber quedado, seguro le da miedo. Le dije que venía a Guerrero, y me dijo no vayas papá ahí matan, si la ciudad de México está más peligrosa que venir a Chilpancingo”.
Uno quisiera dejar ese testimonio de algo que tenga sentido, agregó Antonio Turok “me preocupa mucha mucho los celulares, en manos de jóvenes, porque se están olvidando de la historia, de dónde vienen, ese es un crimen, y los que lo fabricaron lo saben, nos engañan, pero saben la debilidad y se aprovechan, no hay manera de pararlo”.
Fui a dar una plática a la Universidad Anáhuac, en la Ciudad de México “y les dije no quiero celulares, y se paró la maestra y me dijo, usted no puede venir a decirme que no pueden; siento que realmente estamos perdiendo, es cierto que la tecnología puede ser importante, hoy todos los chavos tienen acceso a las grandes enciclopedias”.
Cuántas fotos se han difundido en lo que estamos platicando “ya se subieron 100 millones de fotos a la gran red, y ni así podemos resolver las cosas. ¿cuántas fotos de denuncia sobre Ayotzinapa no están en la red?, y si pongo ahorita sobre Ayotzinapa, va a pasar lo mismo, la gente ya no va a las marchas; cómo vamos a salir de esto. Sí tenemos al alcance toda la tecnología del mundo, pero no tenemos el derecho de opinar sobre ese conocimiento”.
La fotografía debe tener un significado para sus vidas “no es simplemente ser chambista; lo importante es que los chavos vayan, y se sientan parte del mundo; que sean curiosos; que digan qué padre estar vivo, y me gusta mi profesión, porque estoy contando historias, estoy compartiendo la vida”.
En la parte final de su intervención le preguntó a Melitón Ortega, le preguntó qué piensa de la fotografía en el movimiento de Ayotzinapa, y el vocero contestó: “cada padre trae la fotografía del rostro de su hijo desaparecido; no pensamos que ese rostro iba a ser el símbolo de la lucha, de la resistencia, de la exigencia por la presentación con vida de los 43(estudiantes). Ese símbolo (las fotos) ha circulado en el mundo, y eso nos da fuerza y energía”.
Por último, intervino el periodista Luis Blancas, que a nombre de los periodistas presentes hizo un recuento a Antonio Turok de la situación que viven los reporteros en Guerrero, ante las presiones del gobierno y de los grupos de la delincuencia organizada “mucho compañeros han salido huyendo de varias ciudades de Guerrero; no hay periódicos, y lo peor es que hay zonas silenciadas, a las que no podemos llegar para informarle a la sociedad”.