Washington. Las poblaciones afrodescendientes en 18 países de América Latina viven en condiciones sociales y económicas que perjudican su salud, dentro de un contexto de "racismo institucional", afirmó este viernes la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Un nuevo estudio de la OPS concluye que en más de 80 por ciento de los países analizados los afrodescendientes viven en desventaja en el empleo, la salud y el acceso a la vivienda y los servicios básicos como el agua potable y el saneamiento.
"Seamos francos: las inequidades en salud que enfrentan las personas afrodescendientes se dan en un contexto de discriminación y racismo institucional, muchas veces exacerbado por las desigualdades de género", declaró la directora de la OPS, Carissa Etienne.
Según el estudio, los riesgos de salud aumentan con la edad.
Los malos resultados en materia de salud de los afrodescendientes se deben a factores relacionados "con la discriminación y la estigmatización, junto con las desigualdades de género y las desventajas sociales y económicas".
Estas desigualdades se han exacerbado con la pandemia de Covid-19.
El informe destaca que los riesgos de salud aumentan con la edad y el limitado acceso a la atención sanitaria de la población afrodescendiente se traduce también en "altas tasas de mortalidad materna, embarazos precoces y perfiles epidemiológicos en los que predominan la enfermedad drepanocítica (trastornos hereditarios en los glóbulos rojos) la diabetes, la hipertensión y el VIH".
En América Latina, 134 millones de personas se identifican como afrodescendientes.
En muchos países las desventajas son enormes: en Ecuador la tasa de mortalidad materna de las mujeres afrodescendientes triplica la de mortalidad materna general; en Colombia es 1.8 veces mayor y en Brasil es 36 por ciento superior.
En Uruguay la proporción de afrodescendientes con acceso limitado al agua potable, el equivalente 42 por ciento, es casi el doble que la de los no lo son, lo que representa 24 por ciento.
En las zonas urbanas de Nicaragua 81 por ciento de los afrodescendientes tiene un acceso limitado al agua, frente 35 por ciento de los que no lo son.
"Estamos viviendo en un contexto de racismo sistémico contra los y las afrodescendientes", afirmó la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, durante el lanzamiento del estudio.
El informe recomienda mejorar las políticas de salud pública incorporando "los conocimientos específicos y las prácticas ancestrales del pueblo afrodescendiente, el respeto a su autonomía, cultura y costumbres, y la creación de escenarios participativos que propicien la igualdad de oportunidades".