La demanda de litio, metal que se utiliza en las baterías de los autos eléctricos, va en aumento debido a que es parte de las “soluciones” de la transición energética para atacar el cambio climático y México está en la mira, porque se estima que hay yacimientos en 82 localidades, sobre todo de Sonora, Puebla, Oaxaca, Nuevo León y Durango, pero además se encuentra en las regiones indígenas mixteca y zapoteca, señaló Violeta Núñez, investigadora de la UAM Xochimilco.
Tan sólo para un vehículo mediano eléctrico se utiliza hasta 10 mil veces más que un teléfono celular y datos de la Comisión Europea indican que estas unidades crecerán exponencialmente, ya que pasarán de 4 millones en 2018 a 900 millones en 2040, sostuvo durante la conferencia La reforma eléctrica y el campo mexicano convocada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Explicó que actualmente del mercado global de litio, 65 por ciento que se produce, ya se usa para las baterías de los autos eléctricos. Expuso que el Banco Mundial proyecta que se tendría que elevar en casi 500 por ciento el uso de minerales “estratégicos”, el grafito, litio y cobalto tendrán que ser ampliamente producidos para reducir emisiones de bióxido de carbono y mantener al planeta por abajo de los 2 grados el aumento de la temperatura.
México tiene litio, grafito, plata, plomo, zinc, cobre, manganeso, cromo, que son demandados por la transición energética. Añadió que el grafito es el primer mineral que está en la mira, “a nivel planetario tiene sus principales yacimientos en Sonora y Oaxaca, territorios que tendrán gran importancia en los próximos años. México ya abastece de manera importante a Estados Unidos”.
Precisó que México está en el lugar nueve entre los países con más yacimientos de grafito y en el lugar 10 de litio. Recordó que la empresa china Ganfeng Lithium, esta posicionada en cinco países, entre ellos México, y “está viendo el potencial de litio a nivel nacional, consideran (la empresa) que el proyecto de sonora es de los más grandes del mundo”.
Se debe consultar no sólo a los pueblos indígenas de acuerdo con el convenio 169 de la OIT, que nunca se ha respetado en el caso de las concesiones mineras y por tanto no hubo consentimiento de los pueblos originarios, hay 25 mil concesiones, muchos en esos territorios en ejidos y comunidades agrarias.
Por su parte, Alberto Montoya Martín del Campo, director de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) destacó que más de 90 millones de hectáreas de propiedad social requieren tecnificación, el agua explica más de 80 por ciento de la productividad del campo, se requieren crear más capacidades para alimentar a un millón de personas adicionales al año.