Ante las “incertidumbres” en los mercados internacionales que ha generado la iniciativa de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, las inversiones europeas para el sector están detenidas, aseveró el embajador de la Unión Europea en México, Gautier Mignot.
“Actualmente están muy frenadas las nuevas inyecciones de dinero porque hay un contexto de incertidumbre que hace muy difícil invertir”, apuntó el diplomático durante un encuentro con representantes de los medios de comunicación.
Detalló que la iniciativa no sólo preocupa a las compañías, sino también a los gobiernos de aquel continente. Y es que la inversión europea en energías renovables en suelo mexicano ha sido recientemente de alrededor de 13 mil millones de dólares, por lo que el embajador enfatizó que es importante brindar seguridad jurídica para esas compañías.
“Que cuando uno tiene un contrato con el Estado, pues que éste se respete (…) Es una preocupación muy real de las empresas y de los gobiernos”, sostuvo.
Refirió que la posición de la Unión Europea no es frenar una reforma en México, pero sí pide que el Estado considere dos aspectos: a las empresas que han invertido de buena fe en el país y los objetivos del Acuerdo de París para reducir en los próximos años las emisiones de gases efecto invernadero.
Externó que no se retirarán todas las inversiones de México, “pero algunas sí” y otras reducirán sus actividades. Y no sólo las del sector –apuntó–, sino en otros que requieren de energías limpias y tienen que cumplir con el estándar de reducción de emisiones.
El gobierno mexicano ha argumentado que la reforma constitucional en materia eléctrica es vital para reforzar el papel del Estado en la gestión del sector, debido a que administraciones pasadas favorecieron a intereses privados en perjuicio de los consumidores y de las paraestatales energéticas, como la Comisión Federal de Electricidad.
Mignot subrayó la necesidad de que esta reforma propuesta por el mandatario mexicano pueda dialogarse con las compañías.
“Se puede renegociar, cambiar algunos aspectos de la reglamentación. Es normal que se modifiquen las regulaciones, sobre todo para adaptarlas al nivel de admisión más elevado que debemos tener en materia de transición energética; pero eso también se debe de hacer en un marco de diálogo con las empresas.