Realizar una transición energética hacia fuentes más limpias y métodos de producción respetuosos de las comunidades es imposible si antes no se cuestiona el actual modelo capitalista, el cual promueve un consumo “excesivo e innecesario” de electricidad y combustibles fósiles.
Así lo afirmaron integrantes de diversas organizaciones, las cuales manifestaron su inquietud ante la posibilidad de que el acuerdo que declara “de interés público y seguridad nacional” todos los megaproyectos del actual gobierno permita un escenario de “despojo” en contra de los pueblos originarios.
En conferencia de prensa virtual, colectivos como la Alianza Mexicana contra el Fracking, la Cooperativa de Energías Alternativas Onergia y el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra señalaron que la reforma al sector eléctrico del presidente Andrés Manuel López Obrador debe ser ampliamente discutida, y no quedarse sólo como un asunto de “expertos”.
Lo anterior, manifestaron, porque de lo contrario se reproducirá el actual modelo de generación y consumo de energía que privilegia las necesidades de diversos sectores industriales por sobre las del conjunto de la población.
Detener la degradación de los recursos naturales
Las organizaciones participantes subrayaron que muchas de las compañías privadas de “energías limpias” siguen el mismo esquema de degradación de los recursos naturales de las comunidades donde se asientan que imponen diversas firmas petroleras o mineras, pero lo mismo ocurre con empresas productivas del Estado, como la Comisión Federal de Electricidad.
En ese marco, consideraron que el acuerdo presidencial del pasado 22 de noviembre es una señal “preocupante”, ya que mediante dicho instrumento muchas de las leyes y regulaciones ambientales que deben considerarse antes de aprobar una iniciativa de producción económica podrían ser omitidas, con el argumento de que todas ellas son “prioritarias” para el desarrollo nacional.
El citado acuerdo “plantea autorizaciones provisionales para que los proyectos avancen, y lo que nos genera temor es que esto sirva para irse contra las resistencias en diversos territorios” y generar una dinámica de “despojo” de los recursos naturales de la comunidades, recalcaron las organizaciones, promotoras del documental La energía de los pueblos.
Llamaron a que la transición energética en México forme parte de un modelo de “economía social y solidaria” que evite un consumo desmedido de electricidad.