Si el próximo 13 de diciembre el Congreso de Estados Unidos aprueba su plan de créditos fiscales para automóviles eléctricos, México no sólo recurrirá a instancias internacionales, sino que también interpondrá represalias comerciales en los sectores que “más duelan” a aquel país, advirtió Tatiana Clouthier, titular de la Secretaría de Economía (SE).
“En el pasado efectivamente hemos puesto aranceles y tendremos que plantear algo muy importante y estratégico para aquellos productos donde también duele hacia el otro lado (EU), dar tiros de precisión para que las consecuencias se sientan. Eso no es lo deseable cuando estamos deseando construir una Norteamérica fuerte para hacer frente a las circunstancias mundiales”, dijo la funcionaria en rueda de prensa virtual.
El proyecto de ley de gasto social y clima propuesto por el presidente de EU, Joe Biden, y que estudian los legisladores de aquel país, incluye hasta 12 mil 500 dólares en créditos fiscales para vehículos eléctricos de fabricación estadunidense, es decir, se trata de ayudas directas que reducirán el costo de los autos que se elaboren en esa nación.
Además, sólo los vehículos eléctricos fabricados en EU podrán ser elegidos para dicho crédito fiscal o cualquier otro.
“Tomaríamos represalias comerciales porque no se vale que estemos jugando a somos socios cuando me conviene y cuando no, te aplico por la vía oscura, y digo oscura porque no se nota, porque estamos hablando que esta medida entraría en vigor en 2027”, apuntó la funcionaria.
Clouthier explicó que dicha propuesta es discriminatoria de las exportaciones mexicanas de vehículos eléctricos, por lo que de aprobarse los pondrá en desventaja frente a los producidos en EU, lo que es inconsistente con las obligaciones de igualdad que marca el T-MEC y va en contra de la integración comercial de la región.
Asimismo, apuntó, esta acción reduciría la competitividad del sector automotor de América del Norte frente a otras regiones e iría en el sentido opuesto de los esfuerzos en conjunto no sólo para fortalecer cadenas regionales de suministro, sino en detrimento de la política migratoria que se ha manejado.
En concreto, Clouthier destacó que el sector automotor mexicano se vería seriamente afectado, lo que sería un duro golpe para la economía nacional, dado que esta industria representa un millón de empleos formales, 4 por ciento del producto interno bruto y es responsable de un cuarto de las exportaciones totales de México.
Para la titular de la Secretaría de Economía, pese a esta diferencia, la cual se suma a los distintos puntos de vista que tienen EU y México en cuanto a las reglas de origen en el ramo automotor, el T-MEC no está en riesgo.
“No se pone en riesgo el T-MEC, somos socios, somos vecinos, somos amigos y tenemos problemas, a veces más grandes, a veces más pequeños. La obligación de nosotros como Secretaría de Economía es defender los intereses de nuestra nación e industria automotriz, por lo que haremos lo que debamos para que esto reine a favor de nuestra industria.”