Irving, Texas. Las Grandes Ligas de beisbol iniciaron su primer paro laboral en 26 años, luego de que su acuerdo colectivo expiró en la noche del miércoles sin remplazo, y los propietarios bloquearon de inmediato a los jugadores en una iniciativa que amenaza los entrenamientos de primavera y el juego inaugural de la próxima temporada.
Los equipos decidieron forzar la esperada confrontación en la pausa entre temporadas en lugar de arriesgarse a que los beisbolistas se fueran a huelga en verano, como ocurrió en 1994. Las dos partes habían cerrado cuatro acuerdos consecutivos, pero llevaban más de dos años encaminado a este paro.
Como impacto inmediato, la MLB pidió a los planteles congelar las contrataciones, la cancelación de las reuniones anuales de invierno de la próxima semana y prohibir el acceso a los jugadores a las instalaciones de los clubes.
Se vienen cambios
El sindicato exigió cambios tras el malestar por la reducción del salario promedio, la expulsión de jugadores de clase media de equipos que dedican sus nóminas a los más ricos y por la sustitución de peloteros veteranos por otros más jóvenes y peor pagados, especialmente en clubes que desmontan sus plantillas para reconstruirse.
Los propietarios presentaron varias ideas la semana pasada, incluido un aumento en los salarios mínimos de los jugadores, la creación de una regla de bateador designado para la Liga Nacional, y la creación de una lotería al estilo de la NBA para las mejores selecciones del draft.
“Creemos que un paro patronal fuera de temporada es el mejor mecanismo para proteger el torneo de 2022”, dijo el comisionado de la MLB, Rob Manfred, en una carta a los aficionados.
“Esperamos que el cierre impulse las negociaciones y nos lleve a un acuerdo para garantizar el inicio de la campaña. Este paro patronal defensivo era necesario, la visión de la asociación de jugadores amenaza la capacidad de la mayoría de los equipos para ser competitivos”.
Las conversaciones que comenzaron la pasada primavera terminaron el miércoles apenas unas horas antes de que expirara el acuerdo tras una reunión de apenas minutos y con las partes muy alejadas en docenas de cuestiones económicas clave.
Apenas horas después de desencadenarse el paro laboral, el comisionado Rob Manfred y el jefe del sindicato Tony Clark presentaron radiográficas completamente distintas de las posturas negociadoras, insinuando que el cierre patronal va para largo.
Manfred sostuvo que los reclamos por una expansión de la agencia libre y el arbitraje salarial afectarán a los equipos con menos recursos.
Acusan tergiversación
Clark, primer ex pelotero en liderar al gremio, acusó a Manfred de “tergiversaciones” en la misiva a los fanáticos para explicarles el cierre patronal. “Hubiera sido benéfi-co para el proceso invertir más tiempo en las negociaciones que el dedicado a hacer una carta”.
“Este cierre es una medida drástica”, dijo Clark, en un comunicado y señaló que no afectará a la determinación de los peloteros para alcanzar un acuerdo justo. “Mantenemos nuestra determinación de regresar al terreno de juego bajo los términos de un acuerdo de pacto colectivo negociado adecuado”.
El paro comienza 30 días después de que la victoria de los Bravos de Atlanta en la Serie Mundial coronó una temporada completa luego de la de 2020, acortada por la pandemia.
Quedan 11 semanas para que los jugadores se presenten a los entrenamientos de primavera el 16 de febrero, lo que deja un margen de 70 días para alcanzar un acuerdo a tiempo para el inicio de la Liga.