“No tengo duda que pronto, muy pronto, terminaremos de salir de la crisis económica”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador frente a miles de personas reunidas en la Plaza de la Constitución para escuchar su mensaje por tres años de gobierno.
Afirmó que gracias a las jugosas remesas y la distribución de los programas sociales, que se aplican de abajo hacia arriba, no hubo crisis de consumo. “No como antes, que primero eran los de arriba, porque decían que si llovía fuerte arriba, goteaba abajo, como si la riqueza fuese permeable o contagiosa. ¡Que se vayan al carajo con ese cuento!”, sentenció.
Con múltiples pausas por los aplausos, el mandatario explicó que su optimismo se basa en tres aspectos: que su gobierno no recurrió al endeudamiento. Tampoco cayó la recaudación de ingresos de la hacienda pública, con lo cual, destacó, se podrán mantener finanzas públicas sanas y suficientes para seguir impulsando el crecimiento y la creación de empleos.
Con lo anterior será posible continuar y concluir obras como el Tren Maya, la nueva refinería en Dos Bocas, dos nuevos aeropuertos, el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, la construcción de carreteras, el impulso a la extracción del petróleo, la modernización de las refinerías y de las hidroeléctricas, así como el rescate de la industria eléctrica nacional “con el presupuesto, sin contratar deuda”.
Acompañado de integrantes de su gabinete, su esposa, Beatriz Gutiérrez, y la ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff, ponderó la fortaleza cultural del pueblo mexicano “que siempre nos ha salvado ante calamidades”, pero también a la fórmula aplicada para gobernar con honradez y poner toda la atención en el bienestar de la gente.
En el contexto de una proyección de crecimiento económico del país de 6 por ciento para 2021, López Obrador enumeró múltiples indicadores positivos, como la recuperación del empleo y el alto nivel de inversión extranjera (los primeros nueve meses del año han llegado 24 mil 832 millones de dólares).
Sin embargo, reconoció que por factores externos el peso se devaluó 4 por ciento en noviembre pasado. “De todas maneras, no hay comparación con lo que sucedía en los anteriores sexenios, hay estabilidad en nuestra moneda”.
También subrayó la estabilidad en los precios de gasolinas, diésel y electricidad en términos reales.
El gas “ha aumentado un poco por encima de la inflación, pero ya se establecieron precios máximos y se creó Gas Bienestar, que se ampliará para garantizar precios justos”.
En cuanto a la inflación, expuso, que aumentó recientemente “pero se mantiene en 7 por ciento, igual que en Estados Unidos”.
Antes recalcó los objetivos para el sector energético: dejar de comprar en el extranjero gasolinas y diésel.
“Vamos a producir y vender estos combustibles en el mercado interno, esto implicará no exportar petróleo crudo y transformar en México toda nuestra materia prima. Para ello, a finales de 2023 estaremos procesando un millón 200 mil barriles diarios en las seis refinerías que se han venido rehabilitando, 340 mil barriles adicionales en la planta que compramos a la petrolera Shell y la misma cantidad, otros 340 mil barriles, en la nueva refinería de Dos Bocas”.
En general tendremos la capacidad para refinar alrededor de un millón 880 mil barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina, equivalentes al consumo nacional, sostuvo.
El mensaje íntegro se puede leer en https://bit.ly/3odNQWE