Guadalajara, Jal., La escritora uruguaya Fernanda Trías (Montevideo, 1976) recibió ayer el Premio Sor Juana Inés de la Cruz por su novela Mugre Rosa.
Desde que inició su pasión literaria, cuando apenas contaba con 23 años, ha vertido visiones de claustrofobia dominadas por el mundo externo, pero también el interno, como con su novela corta La azotea, que forma parte de la primera entrega de la editorial Tránsito.
En La azotea, las imágenes que pasan por la cabeza de Clara, la protagonista, son tan reales para ella pese a que se trate de arañas gigantes invadiendo la ciudad, serpientes de cascabel que en realidad son el ruido del viento en las hojas de los árboles, lo que constituye para ella como una gran amenaza, incluso una conspiración en su contra.
La novela guarda una relación estrecha con Mugre Rosa en el sentido que se trata de dos personas cercanas conviviendo en un mundo amenazante, distópico, en la realidad o en la imaginación.
La autora recordó que la novela fue publicada por vez primera en 2001 y mucho mundo y camino ha vivido desde entonces en lo personal y lo literario, hasta lograr el prestigioso Premio Sor Juana Inés de la Cruz que recibe en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Sobre Mugre Rosa, Trías cuenta que se trata de la historia de una mujer que vive en una ciudad devastada por una peste que es de origen medioambiental a partir de unas algas tóxicas que toma en el río.
“Ella vive en esta ciudad que está abandonada a la mitad porque la población huyó a zonas más seguras; vive cuidando a un niño que tiene un síndrome que es real, no me lo inventé, el cual consiste en que el cerebro nunca envía señal de saciedad al cuerpo y por tanto el cuerpo nunca dice: basta, ya no tengo más hambre.”
Reconoce que a su novela “se le han encontrado muchos puntos coincidentes con la pandemia que vivimos, pero yo la terminé en 2018, en 2019 la corregí, pero la venía gestando desde 2014.
“Pero sí, en efecto, aparecen todos estos tipos de contacto: hospitales colapsados, el ministerio de Salud que se convierte en una especie de autoridad cuando antes a nadie le importaba lo que dijera; información confusa, noticias falsas, nadie sabe qué pasa, cómo se contagia, lo mismo que nos pasó con el Covid, que estábamos desinfectando todo, después dicen que no hay que desinfectar porque no se contagia así.”
Dice que no fue tanto una coincidencia ni una visión premonitoria porque para nadie es desconocido que la amenaza de la pandemia siempre estuvo latente, que podía ocurrir en cualquier momento.
“Simplemente todos elegimos no pensar que va a ocurrir en nuestras vidas porque podía pasar en 100 años más, porque son cíclicas estas epidemias.”
La víspera de recibir el Premio Sor Juana, el cual reconoce la novela de una escritora en lengua española cada año, dijo que se siente orgullosa de entrar a la galería de ganadoras.