Santiago. Hace más de 500 años, los guerreros aztecas blandían un arma llamada macuahuitl, un garrote de madera con hojas dentadas de obsidiana incrustadas en los costados, para infligir terribles heridas a sus enemigos en combate.
Un dinosaurio acorazado recientemente identificado que habitaba la Patagonia chilena hizo casi lo mismo para ahuyentar a sus depredadores hace unos 74 millones de años con una singular cola, señalaron científicos ayer.
La criatura herbívora de cuatro patas, llamada Stegouros elengassen, ejemplifica la carrera armamentista que se desarrolló durante la era de los dinosaurios para adquirir nuevos rasgos a fin de sobrevivir en un mundo peligroso.
También arroja luz sobre la evolución de un grupo muy exitoso de dinosaurios parecidos a tanques llamados anquilosaurios.
El Stegouros vivió en lo que ahora es el extremo sur de Sudamérica durante el Cretáceo en el ocaso de la era de los dinosaurios. Era pequeño en relación con otros dinosaurios blindados, de unos dos metros de largo.
Esos animales poseían un hocico en forma de pico para sembrar plantas. Su espalda y costados estaban cubiertos con estructuras llamadas mesodermos, que servían como una capa de armadura.
Su cola es absolutamente única entre los dinosaurios. Es relativamente corta con menos vértebras que otros dinosaurios con armadura. La mitad posterior está cubierta por una estructura en forma de fronda compuesta por siete pares de elementos óseos fusionados aplanados con bordes escarpados que sobresalen hacia afuera.
“Por ahora, sólo podemos imaginar cómo podría haber usado el esta arma, y balancear la cola de un lado a otro como mecanismo de defensa es una buena suposición”, explicó el paleontólogo Sergio Soto, estudiante de doctorado de la Universidad de Chile y autor principal de el estudio publicado en la revista Nature.
“El macuahuitl era un garrote de guerra azteca utilizado en el combate cuerpo a cuerpo, probablemente de manera similar a una espada, causando daños masivos al oponente. El arma de cola de Stegouros se asemeja más o menos a esa arma”, agregó Alexander Vargas, coautor del estudio y paleontólogo de la Universidad de Chile.
El Stegouros era más pequeño que los anquilosaurios del hemisferio norte, como el Ankylosaurus, que tenía ocho metros de largo.
Soto llamó al Stegouros la Piedra Rosetta de los anquilosaurios del hemisferio sur, porque ha permitido a los científicos descifrar su anatomía por primera vez.