Ciudad de México. Con la presencia de integrantes del Plantón 420, creado por el Movimiento Cannábico Mexicano como el primer plantío de marihuana legal en México dentro del parque Luis Pasteur, contiguo al Senado de la República, se presentó en el Congreso capitalino una iniciativa de reforma en materia de uso y consumo de cannabis terapéutico y personal.
Al exponer la iniciativa ante el pleno, el diputado de Morena, Temístocles Villanueva Ramos, dijo que si bien se han hecho algunos esfuerzos en el Senado a partir de la resolución de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró la inconstitucionalidad de la prohibición absoluta del consumo de la marihuana, no se ha podido llegar a un consenso que garantice el uso legal de la planta.
Aseguró que “la Ciudad de México cuenta con los elementos necesarios para ser terreno fértil de una legislación progresista en la materia que ponga el ejemplo en la región y el resto del país. “Nuestra ciudad –apuntó– ha sido históricamente pionera en el reconocimiento de derechos y la aprobación de legislaciones progresistas que pongan a las personas en el centro de las normas y planes de gobierno”.
Instó al legislativo a asumir esos precedentes e impulsar un modelo incluyente de derechos y de avanzada que ponga fin a un “caduco modelo prohibicionista” y emprenda nuevas formas en las que se anteponga la paz, la seguridad, la justicia preventiva y los derechos humanos.
El proyectó, al que se sumaron una docena de legisladores de su bancada y el grupo parlamentario del PRD, plantea reformar la Constitución Política de la Ciudad de México, para incorporar un numeral 3, al apartado A del artículo 6 sobre el derecho a la autodeterminación personal, donde se establece que “En la Ciudad de México, ninguna persona será perseguida administrativa o penalmente por el uso personal de cannabis sativa, indica, americana o marihuana y sus derivados, de conformidad con la legislación aplicable”.
Se modifica el numeral 7 del artículo 9 sobre el derecho a la salud para agregar a la disposición en la que ya se establecía el derecho al uso médico y terapéutico de la cannabis sativa y sus derivados, “el autocultivo individual, compartido, solidario y asociado con fines medicinales, terapéuticos, herbolarios y de medicina tradicional, sin fines de lucro”, de la planta.
Plantea también una reforma a la Ley de Cultura Cívica, con adiciones a la fracción V del artículo 28 en materia de infracciones contra la seguridad ciudadana, para exceptuar de las restricciones al consumo de estupefacientes, psicotrópicos, enervantes o sustancias tóxicas, a la cannabis y sus derivados, así como sobre su posesión.