El presidente Andrés Manuel López Obrador refrendó la apertura de su gobierno al escrutinio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para analizar los casos de desaparición forzada. En el caso de comprobarse irregularidades, indicó, toca a su administración aplicarse en la atención de las mismas.
El mandatario pidió a la prensa no olvidar que durante sexenios anteriores, la política era cerrar el país a la vigilancia de los organismos internacionales, pero sobre todo solicitó tomar en cuenta que si bien México tenía un régimen autoritario y corrupto y se quedó la idea de que “somos iguales”, esto no es así.
“No, ya no hay el ‘mátalos en caliente’, no hay masacres, no se reprime al pueblo, no hay impunidad, cero impunidad”.
Antes el país estaba cerrado, advirtió, pero ahora hay apertura porque no tenemos nada que ocultar.
“Y pueden venir organismos de derechos humanos de la ONU y de cualquier organización internacional, y supervisar y hacer escrutinio, y nosotros estamos pendientes porque no hay ningún vínculo de complicidad, ni con la delincuencia organizada ni con la de cuello blanco.”
Al inicio de su gobierno fue creado un mecanismo de búsqueda el cual “ha hecho una labor extraordinaria, como nunca, y se evita que haya desapariciones forzadas. Si la ONU dice lo contrario, pues tendría que presentar las pruebas y nosotros aplicarnos”, indicó.